Dirección: Jan Kounen
Guion: Christophe Deslandes y Jan Kounen, basado en la novela de Richard Matheson..
Reparto; Jean Dujardin, Marie-Josée Croze, Daphné Richard, Salim Talbi, Serge Swysen, Stéphanie Van Vyve, Miranda Raison .
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Christophe Nuyens
Montaje: Anny Danché
Decorados: Marie-Hélène Sulmoni
Vestuario: Sybille Langh
Sonido: Jan Deca
Producción: Alain Goldman, Patrick Wachsberge
Distribuidora; DeaPlaneta
Año, 2925.
Título Original:L’Homme qui rétrécit
Estreno En España: 13/10/25 en el Festival de Sitges.
Género : Fantástico, Drama
Drama 99 Minutos
ARGUMENTO
“Paul es un padre de familia ejemplar y el dueño de una empresa de construcción naval. Durante uno de sus habituales baños en el mar, es testigo de un extraño fenómeno meteorológico que lo afecta física e inexplicablemente: comienza a encogerse sin que exista explicación científica posible. Atrapado dentro de su casa y reducido a unos pocos centímetros de altura, debe enfrentarse a un entorno doméstico que se ha vuelto hostil.”
CRÍTICA
Jan Kounen se atreve con un clásico entre los clásicos: El hombre menguante, aquella novela inmortal de Richard Matheson que ya tuvo en los años 50 una versión mítica firmada por Jack Arnold. Y lo cierto es que Kounen no sale mal parado. Su película no avergüenza al original, sino que lo actualiza con respeto, energía y un tono visual que combina aventura, humor y cierta melancolía muy francesa.
La historia, ya conocida, parte de un suceso inexplicable. Paul, un padre de familia y empresario naval, disfruta de un baño en el mar cuando un fenómeno meteorológico lo expone a algo misterioso. A partir de ese momento, su cuerpo comienza a encogerse sin que la ciencia logre encontrar una explicación. Lo que empieza como una rareza médica pronto se transforma en una lucha por la supervivencia, cuando su propio hogar se convierte en un campo de batalla a escala.
Lo fascinante de la película es cómo Kounen traslada esa odisea íntima a una gran aventura cinematográfica. Hay diversión, ritmo y un sentido del espectáculo que no olvida la humanidad del protagonista. El hombre menguante no sorprende en su trama —la conocemos todos—, pero se eleva gracias a su reparto: un magnífico Jean Dujardin que combina carisma y vulnerabilidad, secundado por una espléndida Marie-Josée Croze, que aporta verdad a cada escena.
Visualmente, la película es un festín. Los efectos especiales —rodados en gran parte con maquetas reales y técnicas de perspectiva forzada, evitando abusar del CGI— logran una textura artesanal que recuerda al cine de los ochenta. De hecho, una curiosidad del rodaje: Kounen insistió en construir a escala real los decorados del sótano donde el protagonista libra su particular guerra contra los elementos, empleando objetos domésticos ampliados hasta 30 veces su tamaño. Una apuesta arriesgada que otorga al film una autenticidad visual sorprendente.
En definitiva, El hombre menguante es una magnífica adaptación de la novela de Matheson y una muestra de que el cine de aventuras puede seguir teniendo alma cuando hay detrás un director con visión y respeto por el material original. Kounen firma una película que, sin ser revolucionaria, es sólida, entretenida y hecha con oficio
No reinventa nada, pero recuerda por qué seguimos amando el cine: porque incluso a tamaño diminuto, el ser humano puede seguir siendo inmenso..
NOTA 7/10
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