Director: Lois Patiño
Guion: Lois Patiño (basado en inspiraciones de La tempestad de William Shakespeare, con idea original junto a Matías Piñeiro)
Reparto: Agustina Muñoz,,Irene Escolar, Hugo Torres,José Díaz
Marta Pazos,Susana Salem, César Lima, Filipe Porteiro
Fotografía: Ión de Sosa
Montaje: Lois Patiño
Sonido: Xabier Erkizia
Distribuidora: Atalante
Año: 2025
Título Original: Ariel
Estreno En España: 24/12/25
Género: Drama, Autor
Duración : 108 Minutos
ARGUMENTO
Una actriz viaja a las Islas Azores para trabajar en una producción de La tempestad de William Shakespeare junto a la compañía teatral Voadora.
Al llegar a la isla, descubre un lugar desconcertante que la hará dudar de la realidad de este mundo. Allí, la aparición de una enigmática figura llamada Ariel la conducirá por un entorno donde lo real y lo imaginario, lo onírico y lo espectral, parecen fundirse en un espacio ambiguo e indefinido
CRÍTICA
Hay películas que se ven y otras que se atraviesan. Ariel, la nueva propuesta de Lois Patiño, pertenece sin duda a este segundo grupo. Un filme extraño, deliberadamente esquivo, más cercano al experimento sensorial que a la narración cinematográfica convencional. Nada nuevo bajo el sol si hablamos del director gallego, que vuelve a insistir en un cine radical, contemplativo y profundamente minoritario, pensado —y casi diría que exclusivamente— para los fieles del cine de autor más extremo.
Inspirada libremente en La tempestad de William Shakespeare,
Ariel nos sitúa en unas islas volcánicas (las Azores) donde una actriz llega para participar en un montaje teatral de la obra. A partir de ahí, la película se disuelve en una experiencia donde la frontera entre lo real y lo imaginado se vuelve cada vez más difusa. La aparición de la figura de Ariel, casi como un espectro o una conciencia flotante, guía a la protagonista —y al espectador— por un territorio mental donde el tiempo parece suspendido y la lógica narrativa deja de ser una prioridad.
Patiño no está interesado en contar una historia en el sentido clásico. Su cine sigue funcionando como una invitación a la contemplación, al extrañamiento, al abandono de las certezas. Los diálogos son mínimos, los silencios se alargan hasta rozar lo incómodo y la cámara observa con una distancia casi mística. La influencia de Shakespeare es más conceptual que argumental: la isla como espacio de transformación, los personajes como presencias más que como individuos, y el propio Ariel como símbolo de lo invisible, lo inasible, lo poético.
Visualmente, la película es coherente con el universo del cineasta: paisajes volcánicos que imponen su presencia, cuerpos pequeños frente a una naturaleza abrumadora y un uso del sonido que refuerza esa sensación de irrealidad constante. No hay concesiones al espectador impaciente. Aquí todo exige tiempo, predisposición y una entrega casi militante.
Eso sí, conviene advertirlo sin rodeos: Ariel no es una película para todos los públicos. Ni siquiera para la mayoría. El espectador que busque una adaptación reconocible de Shakespeare o una experiencia narrativa mínimamente convencional probablemente saldrá de la sala desconcertado, cuando no directamente espantado. Para muchos, será una provocación vacía; para otros, una experiencia hipnótica.
Una parte del rodaje se integró con ensayos reales de la compañía teatral que aparece en la película, diluyendo aún más la línea entre ficción y realidad. Además, varios intérpretes no trabajaron con un guion cerrado, sino con indicaciones muy abiertas de Patiño, lo que refuerza ese aire de deriva constante que impregna todo el metraje.
ÇEn definitiva, Ariel es una obra coherente con la trayectoria de Lois Patiño: radical, hermética y orgullosamente ajena a cualquier tentación comercial. Un filme que no busca gustar, sino existir. Cine como experiencia sensorial y filosófica, solo apto para quienes disfrutan perdiéndose en los márgenes del lenguaje cinematográfico. Para el resto, la isla de Ariel será un lugar inhóspito del que querrán huir cuanto antes.
NOTA 3,5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.