martes, 23 de diciembre de 2025

2073

Director: Asif Kapadia
Guion: Asif Kapadia, Tony Grisoni
Reparto: Samantha Morton,Naomi Ackie,,Hector Hewer
Música: Antonio Pinto
Fotografía: Bradford Young 
Montaje: Chris King, Sylvie Landra
Sonido; Stephen Griffiths, Andy Shelley 
Productores: George Chignell, Asif Kapadia 
Distribuidora: Vértigo Films 
Año: 2024
Título Original: 2073
Estreno En España 11/10/24 en el Festival de Sitges 
Género: Documental,  Ciencia ficción 
Duración 85 Minutos 

ARGUMENTO 
Es el año 2073 y los peores temores de la vida moderna se han hecho realidad. Drones de vigilancia llenan los cielos de un naranja quemado y fuerzas policiales militarizadas patrullan calles devastadas, mientras los supervivientes se esconden bajo tierra, luchando por recordar cómo era vivir en libertad y con esperanza.
En esta ingeniosa mezcla de ciencia ficción visionaria y no ficción especulativa, el cineasta ganador del Óscar® Asif Kapadia nos transporta a un futuro que ya está anunciado por las aterradoras realidades de nuestro presente. Samantha Morton interpreta a una superviviente asediada por visiones pesadillescas del pasado —un pasado que resulta ser nuestro presente—, visualizadas a través de imágenes contemporáneas que conectan las crisis globales actuales: el autoritarismo, el poder descontrolado de las grandes tecnológicas, la desigualdad y el cambio climático.
2073 es una visión urgente e inquietante de un futuro distópico que podría muy bien ser el nuestro.

CRÍTICA 
Había motivos de sobra para esperar algo más de 2073. Asif Kapadia no es solo uno de los documentalistas más relevantes del panorama actual; es, además, un cineasta con una sensibilidad especial para convertir el archivo en relato emocional (Senna, Amy). Precisamente por eso, su incursión en el terreno del documental ficciónado genera una expectativa que la película, vista en la pasada edición del Festival de Sitges 2024, no termina de satisfacer.

2073 parte de una premisa potente: en un futuro distópico, una superviviente vive recluida bajo tierra mientras el mundo exterior ha sido devorado por el autoritarismo, la vigilancia extrema y el colapso climático. Desde ese mañana devastado, la película mira hacia atrás —es decir, hacia nuestro presente— utilizando imágenes reales para señalar las decisiones, omisiones y negligencias que nos condujeron al desastre. Ahí, cuando Kapadia se mueve en el terreno que mejor domina, el filme funciona con una claridad y una contundencia notables. El uso del archivo, la conexión entre crisis políticas, tecnológicas y medioambientales, y el montaje crean un discurso tan inquietante como reconocible.

El problema surge cuando 2073 intenta ser algo más que un documental. Las secuencias de ficción, con 
Samantha Morton como figura central, no acaban de integrarse de manera orgánica en el conjunto. La idea es sugerente, pero la ejecución resulta fría, casi ilustrativa, y rompe el ritmo que tan bien fluye en los pasajes documentales. No es casualidad que, a la salida del Auditori de Sitges, muchos espectadores coincidieran en lo mismo: la película convence cuando analiza la realidad, pero pierde fuerza cuando intenta dramatizarla.

La mezcla de géneros y formatos —docuensayo, ciencia ficción, advertencia política— se queda a medio camino. No llega a ser una ficción plenamente inmersiva ni un documental radicalmente innovador. Esa indefinición formal pesa más de lo esperado y explica en parte la recepción tibia tanto del público como de la crítica especializada durante el festival.

Eso sí, el mensaje es tan claro como aterrador. Kapadia no habla del futuro como una fantasía, sino como una consecuencia directa de la dejadez colectiva frente al cambio climático y la concentración de poder. 2073 incomoda porque señala sin rodeos nuestra pasividad, y en ese sentido cumple una función casi pedagógica, aunque no siempre cinematográficamente estimulante

En el apartado técnico, la fotografía es uno de los grandes aciertos del filme. Los cielos contaminados, los espacios urbanos desolados y la atmósfera opresiva refuerzan la sensación de un mundo agotado, visualmente coherente con la tesis que plantea la película.

Kapadia ha reconocido que el film bebe directamente de ** La Jetée (1962) de Chris Marker**, tanto en su estructura como en la idea de un futuro que se construye a partir de recuerdos del pasado. Además, buena parte de las escenas de ficción con Morton se rodaron en espacios mínimos y casi teatrales, precisamente para no competir visualmente con la fuerza del material documental, una decisión que, paradójicamente, termina acentuando el desequilibrio entre ambas partes

En definitiva, 2073 es una obra interesante, necesaria y profundamente inquietante, pero también irregular. Un aviso urgente sobre el rumbo que hemos tomado como sociedad, firmado por un cineasta brillante que, esta vez, no consigue que todas las piezas encajen. Se esperaba más, sí, pero incluso en su imperfección, Kapadia sigue obligándonos a mirar de frente aquello que preferimos ignorar.

NOTA 6/10

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