Dirección: Gary Dauberman
Guion: Gary Dauberman (basado en la novela de Stephen King)
Reparto: Lewis Pullman, Makenzie Leigh,Alfre Woodard, John Benjamin Hickey Bill Camp, Jordan Preston Carter, Nicholas Crovetti Spencer Treat Clark Pilou Asbæk , William Sadler
Fotografía: Michael Burgess
Música: Nathan Barr, Lisbeth Scott
Montaje (Edición): Luke Ciarrocchi
Productores: James Wan, Michael Clear, Roy Lee,Mark Wolper
Distribuidora : Warner
Año: 2024
Título Original: Salem’s Lot
Estreno En España: 03/10/24 en el Festival de Sitges y plataformas HBO y Movistar Plus
Género: Terror, Thriller
Duración: 113 Minutos
ARGUMENTO
Ben Mears, un escritor que regresa a su ciudad natal de Jerusalem’s Lot en busca de inspiración para su próximo libro, descubre que los habitantes están siendo atacados por un vampiro sediento de sangre y su letal sirviente. A medida que la oscuridad se extiende, Ben debe enfrentarse a esta fuerza maligna que amenaza con consumirlo todo
CRÍTICA
Hay regresos que no solo apelan a la nostalgia, sino que reivindican un imaginario. El misterio de Salem’s Lot es uno de ellos. La nueva adaptación del clásico vampírico de Stephen King, presentada en el Festival de Sitges 2024, demostró que la historia de Jerusalem’s Lot sigue teniendo colmillos afilados y una inquietante capacidad de seducción. No estamos ante una obra definitiva —la sombra alargada de la mítica miniserie de Tobe Hooper sigue siendo inalcanzable—, pero sí ante una versión sólida, respetuosa y, sobre todo, eficaz para los amantes del terror clásico.
La película nos sitúa en el regreso de Ben Mears a su pueblo natal, un lugar aparentemente apacible que pronto empieza a mostrar síntomas de una infección silenciosa. Desapariciones, comportamientos extraños y un mal ancestral que se instala en la vieja casa Marsten van tejiendo una atmósfera opresiva donde el mal no entra de golpe, sino que se filtra lentamente, como una niebla espesa. Dauberman entiende bien que Salem’s Lot no es solo una historia de vampiros, sino un relato sobre la corrupción de la comunidad, sobre cómo el horror se normaliza cuando nadie quiere mirar de frente.
Sin alcanzar la densidad narrativa ni el poso emocional de la miniserie, esta versión cinematográfica acierta en lo fundamental: la ambientación. La fotografía es uno de los grandes logros del filme, con una paleta oscura y otoñal que refuerza la sensación de decadencia y fatalismo. Cada plano parece impregnado de ese mal latente que caracteriza al universo de King, y la recreación del pueblo funciona como un personaje más, tan importante como los propios protagonistas.
El público de Sitges así lo entendió, y no fue casual que la proyección concluyera entre aplausos. Hay un respeto evidente por el material original y una voluntad clara de ofrecer un terror clásico, sin artificios modernos innecesarios. Quizá por eso sorprende —y se lamenta— que finalmente no haya pasado por las salas de cine. El misterio de Salem’s Lot parecía destinada a encontrar un público fiel en pantalla grande, ese espectador que aún disfruta del horror pausado, atmosférico y sin concesiones.
El propio Gary Dauberman ha comentado que buena parte del equipo evitó conscientemente ver de nuevo la miniserie original durante la producción, para no caer en la imitación directa y buscar una identidad propia. Además, actores veteranos como William Sadler confesaron haberse acercado al proyecto como auténticos fans de Stephen King, lo que se traduce en un compromiso palpable con la historia y su tono.
En definitiva, El misterio de Salem’s Lot no reinventa el mito ni pretende hacerlo. Su virtud está en saber mirar al pasado con respeto y ofrecer una adaptación honesta, atmosférica y eficaz. Un filme que quizá no haga historia, pero que confirma que los vampiros de King siguen muy vivos… y aún saben morder donde duele. Una propuesta que, como se comprobó en Sitges, conecta directamente con el corazón del aficionado al terror más clásico.
NOTA 7/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.