viernes, 3 de octubre de 2025

EXTRAÑO RIO

Dirección: Jaume Claret Muxart. 
Guion: Jaume Claret Muxart; Meritxell Colell.
Reparto: Jan Monter, Nausicaa Bonnín, Jordi Oriol, Bernat Solé., Francesco Wenz, Roc Colell. 
Fotografía: Pablo Paloma. 
Montaje: Maria Castan de Manuel; Meritxell Colell. 
Música: Nika Son. 
Vestuario: Laura Schäffler. 
Sonido: Oriol Campi; Amanda Villavieja; Alejandro Castillo 
Distribuidora: Elástica 
Año: 2025
Título Original: Estrany riu..
Estreno En España: 03/10/25
Género: Drama  Autor.
Duración: 106 Minutos 

ARGUMENTO 
Dídac tiene dieciséis años y viaja en bicicleta por el Danubio con su familia. Entre días calurosos, un encuentro inesperado cambia el rumbo del viaje: un misterioso chico aparece entre las aguas del río. Su presencia enigmática no solo despierta algo nuevo en Dídac, sino que empieza a alterar la relación con su familia.

CRÍTICA 
Hay películas que parecen nacer de una pulsión autoral sincera, de ese cine que busca la emoción en lo pequeño, en lo cotidiano, en lo que apenas se cuenta. Extraño Río, de Jaume Claret Muxart, se inscribe en esa tradición y lo hace con la clara intención de acercarnos a una familia que, en sus vacaciones a orillas del Danubio, trata de encontrar la unidad que poco a poco se les va resquebrajando. Dídac, un adolescente que viaja en bicicleta con los suyos, se topa con un misterioso muchacho salido literalmente del río, una presencia que altera no solo su mirada hacia el mundo, sino también el frágil equilibrio familiar.

El planteamiento remite inevitablemente a Estiu 1993 de Carla Simón. Desde el éxito apoteósico de aquella ópera prima, no pasa un año sin que nos llegue algún filme que sigue esa estela de cine intimista, rural y lleno de silencios. Por desgracia, la reiteración ha terminado por vaciar de frescura muchas de estas propuestas, y Extraño Río lo sufre: es autoral y está llena de matices, pero se convierte en un relato lento, a ratos pesado, que nunca encuentra el tono adecuado para atrapar al espectador. El misterio que debería sostener la trama se diluye, y la búsqueda de lirismo acaba en ocasiones en una sucesión de estampas contemplativas que pueden generar distancia.

Eso no quiere decir que no haya momentos hermosos: la fotografía en 16 mm aporta un grano cálido y cercano, y la relación entre los adolescentes logra cierta autenticidad en gestos y miradas. Pero el ritmo irregular y la falta de un pulso narrativo más firme dificultan la conexión emocional que el filme persigue.

Como curiosidad, gran parte del rodaje se realizó a lo largo del Danubio, en localizaciones naturales donde el equipo se desplazaba en barcazas para mover material ligero. El propio director comentó en entrevistas que varias escenas con los jóvenes actores fueron rodadas sin cortes planificados, simplemente dejándolos improvisar mientras pedaleaban junto al río, lo que explica la naturalidad de algunos momentos y, al mismo tiempo, la irregularidad de otros.

En definitiva, Extraño Río es un ejercicio de cine de autor que busca la verdad en lo íntimo, pero que, atrapado en sus propios silencios y en su afán contemplativo, acaba siendo más un apunte que una obra redonda. Al estilo de otras propuestas similares, entusiasmará a quienes disfrutan del minimalismo narrativo, pero dejará indiferente a muchos otros que esperaban encontrar algo más que un eco de lo ya visto.

NOTA: 4,5/10



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