ABUELA TREMENDA

Dirección: Ana Vázquez

Guion: Roberto Jiménez

Reparto: Elena Irureta, Toni Acosta

Carla Pastor, Carlos Serrano,, Santiago Alverú, Gorka Aguinagalde, Kandido Uranga, Esperanza Elipe, Ramón Ibarra, Darío Moncloa, Adrián Gámiz, Sofía González 

Fotografía: Andalu Vila-San-Juan

Vestuario: Larisa Balinge

Maquillaje: Clara Rollan

Música: Fernando Velázquez 

Sonido: Paco Alonso Perdiguero

Distribuidora: Disney 

Año: 2025

Título Original: Abuelo Tremenda

Estreno En España: 01,/01/26

Género: Comedia,  Familiar 

Duración 87 Minutos 

ARGUMENTO 

Toñi no es una abuela cualquiera. Es un torbellino, un alma libre que siempre se mete en líos. A su hija Daniela la trae un poco de cabeza, pero su nieta Alexia la adora. Por eso, cuando Daniela se lleva a Alexia a un retiro rural de su empresa, Toñi no duda en presentarse allí con su caravana para pasar tiempo con su nieta y animar el cotarro a toda costa. Toñi pondrá patas arriba el retiro y el trabajo de Daniela y, sin querer, también pondrá algunas cosas en su sitio

CRÍTICA 

Abuela Tremenda nace con una intención muy clara —y legítima—: entretener a los más pequeños de la casa y convertirse en esa comedia familiar ligera que acompaña las sobremesas festivas. El problema es que la intención nunca llega a transformarse en cine. Lo que podría haber sido una travesura amable se queda en un producto inerte, sin ritmo ni chispa, incapaz de arrancar una sola sonrisa, ni siquiera al público más indulgente.

La película nos presenta a una abuela desbordante de energía que irrumpe en la vida ordenada de su hija y su nieta, descolocando un retiro rural que prometía calma y control. La trama apunta a un choque generacional lleno de humor, caos y ternura, pero en pantalla todo se diluye en una sucesión de situaciones previsibles, gags sin remate y un guion que confunde el exceso de gesticulación con la comedia. El resultado es un metraje que avanza sin alma, como si cada escena estuviera esperando a que llegue la gracia… y esta nunca aparece.

Lo más desconcertante de Abuela Tremenda es ver cómo un reparto de contrastada solvencia se pierde en un material que no les permite brillar. Actores de primer nivel, curtidos en teatro, cine y televisión, parecen aquí atrapados en caricaturas planas, sin matices ni evolución. Ni siquiera su oficio consigue salvar diálogos pobres y situaciones que se repiten hasta el agotamiento. Es una de esas ocasiones en las que el talento está ahí, visible, pero completamente desaprovechado.

La dirección apuesta por un tono infantilizado que subestima a su público objetivo. En lugar de confiar en la inteligencia emocional de los niños —y en la complicidad de los adultos—, la película insiste en un humor mecánico y ruidoso que acaba resultando cansino. No hay emoción, no hay sorpresa, y lo más grave: no hay diversión. Cuando una comedia familiar fracasa en hacer reír, todo lo demás se viene abajo

En definitiva, Abuela Tremenda es una oportunidad perdida. Un filme concebido para divertir que no cumple su promesa, y que acaba siendo un ejemplo más de que el cine familiar no se sostiene solo con buenas intenciones ni con nombres conocidos. La comedia, como el cariño, no se puede forzar. Y aquí, por desgracia, no aparece en ningún momento.

NOTA 3/10