Dirección: Marta Medina, Enrique López Lavigne.
Guion: Marta Medina, Jaime Chávarri
Reparto: Documental Jaime Chávarri,Eusebio Poncela.Cecilia Roth.Marta Fernández Muro.
Carlos Astiárraga,Virginia Montenegro,Paco Hoyos.
Carlos F. Heredero, Ivan Zulueta
Fotografía: Álvaro Gómez Pidal.
Montaje: Luis de la Madrid y Carlos de Visa.
Música: José Ignacio Arrufat
Distribuidora: 39 Escalones
Año: 2025
Título Original: El Último Arrebato
Estreno En España: 12/10/25 en el Festival de Sitges y 21/11/25 en salas comerciales.
Género : Documental, Autor
Duración; 109 Minutos
ARGUMENTO
“Arrebato (1980) es hoy la gran película de culto del cine español y su director, Iván Zulueta, figura convertida en maldito. Cuarenta y cinco años después de su estreno, El último arrebato se aventura a desvelar los secretos alrededor de esta cinta icónica y de la intrigante desaparición de su creador, sin sospechar los peligros de adentrarse en su universo.
CRÍTICA
Hay películas que marcan una época, y luego están aquellas que abren una puerta que nunca vuelve a cerrarse. Arrebato (1980), la obra maestra maldita de Iván Zulueta, pertenece a esa segunda categoría. El último arrebato, el nuevo documental dirigido por Marta Medina y Enrique López Lavigne, es —como bien se ha dicho— una carta de amor a aquella película, pero también un intento de entender el hechizo que aún provoca más de cuatro décadas después.
El filme se presenta como un viaje a través del mito y la memoria. Sus directores recuperan imágenes inéditas, entrevistas con los protagonistas de aquella aventura imposible y testimonios de cineastas, críticos y amigos que vivieron, de una u otra manera, el nacimiento de Arrebato. “Arrebato es hoy la gran película de culto del cine español y su director, Iván Zulueta, una figura envuelta en misterio”, reza su sinopsis oficial. Y es justo esa dualidad —entre la admiración y la obsesión— la que impulsa este documental.
Lo mejor de El último arrebato aparece cuando deja hablar a los que estuvieron allí. Los testimonios de Eusebio Poncela, Cecilia Roth o Jaime Chávarri están llenos de lucidez, ternura y también cierta melancolía. Se nota la implicación emocional de todos ellos, como si volvieran a tocar con los dedos un tiempo en que el cine español aún se permitía el riesgo y la locura. Es ahí donde el documental brilla, evocando una libertad creativa que hoy, lamentablemente, parece casi extinguida.
Sin embargo, el filme tropieza cuando sus autores intentan imitar las formas del propio Arrebato. Esos pasajes donde la cámara se vuelve excesivamente experimental o busca la provocación por la provocación, terminan por romper el equilibrio entre homenaje y pastiche. En lugar de rendir tributo al espíritu de Zulueta, dan la sensación de querer apropiarse de su aura, algo que nunca funciona del todo
Aun así, la película se sostiene gracias a la pasión que desprende. Hay amor verdadero por el cine y por una generación de artistas que hicieron de la imaginación su bandera. Es imposible no sonreír ante algunas anécdotas del rodaje original, como aquella en la que Zulueta filmaba obsesivamente durante noches enteras, convencido de que el celuloide tenía vida propia, o cuando Poncela confesó que “nadie entendía nada, pero todos sabíamos que estábamos creando algo irrepetible”.
Estrenado en el Festival de Sitges, donde fue recibido con aplausos y curiosidad, El último arrebato es un ejercicio irregular pero necesario. No todo funciona, pero cuando lo hace, recuerda por qué seguimos hablando de Arrebato como de una película que nos vampiriza, que nos captura. En definitiva, un documental valiente, con altibajos, que más allá de sus excesos nos invita a mirar atrás y preguntarnos: ¿dónde quedó aquella fiebre por crear sin miedo? Una mirada apasionada —y algo desbordada— a uno de los momentos más libres y delirantes del cine español
NOTA 6,5/10
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