miércoles, 17 de septiembre de 2025

SONRISAS Y LÁGRIMAS

Dirección Robert Wise 
Guion Ernest Lehman, adaptado del musical de Howard Lindsay y Russell Crouse; basado también en las memorias The Story of the Trapp Family Singers de María von Trapp 
Reparto: Julie Andrews Christopher Plumme,  Eleanor Parker, Peggy Wood, Richard Haydn, Charmian Carr, Heather Menzies, Anna Lee
Producción Robert Wise
Música Richard Rodgers; letras de Oscar Hammerstein II; arreglos musicales adicionales para la película incluidos instrumentos y orquestaciones 
Fotografía Ted D. McCord 
Montaje:William H. Reynolds 
Vestuario Dorothy Jeakins
Distribuidora: Disney 
Año: 1965
Título Original: The Sound Of The Music 
Estreno En España: 19/09/25 reestreno 
Género: Drama,  Musical
Duración: 172 Minutos 

ARGUMENTO 
María es una joven filosofa libre y animada que se encuentra como postulante en la Abadía de Nonnberg, en Salzburgo, en 1938. Aunque su corazón busca devoción, su espíritu ardiente y su alegría hacen que los superiores duden si la vida de monja es lo suyo. Para ayudarla a madurar, la Madre Abadesa la manda temporalmente como institutriz al hogar del Capitán Georg von Trapp, viudo militar retirado, padre de siete hijos.

La casa del capitán está regida con severidad; los niños viven bajo disciplina militar más que como una familia. María, con paciencia, comprensión y su amor por la música, comienza a ganarse su lugar: enseña a los niños a cantar, a jugar, a ver la belleza del mundo, a expresarse con alegría. Poco a poco, el Capitán también redescubre la música, la ternura y el afecto familiar.

Mientras tanto, la amenaza del nazismo se cierne sobre Austria. Cuando la presión política y los cambios llegan, María, los niños y el Capitán deberán tomar decisiones difíciles para proteger su vida y sus principios. Finalmente, su unión, la música y el valor los ayudan a encontrar una salida que preserve su dignidad y su unidad familiar.

CRÍTICA 
Hay películas que no necesitan presentación, y Sonrisas y lágrimas es una de ellas. Robert Wise, que ya había demostrado su talento en West Side Story, se adentró en 1965 en la adaptación del musical de Broadway de Rodgers y Hammerstein y entregó una de las obras más recordadas de la historia del cine. Seis décadas después, vuelve a las salas en un reestreno conmemorativo que no solo apela a la nostalgia, sino que recuerda a las nuevas generaciones por qué este clásico sigue tan vivo.

La historia nos sitúa en Salzburgo, 1938. María (Julie Andrews), novicia con más ilusión que disciplina, es enviada por la Madre Abadesa como institutriz a la casa del Capitán Georg von Trapp (Christopher Plummer), un viudo que cría a sus siete hijos bajo estrictas normas militares. Poco a poco, con su alegría y su pasión por la música, María transforma el hogar en un lugar lleno de vida y, de paso, conquista el corazón del Capitán. Pero la sombra de la amenaza nazi obliga a la familia a tomar una decisión valiente que pondrá a prueba su unión y sus principios.

Lo extraordinario de Sonrisas y lágrimas es que, pese a su duración cercana a las tres horas, se siente ligera y siempre emocionante. Julie Andrews compone una María inolvidable, luminosa, que parece nacida para cantar entre montañas, y Christopher Plummer, a pesar de haber confesado en varias ocasiones que no disfrutó del rodaje, ofrece un Capitán contenido, austero y profundamente humano. La química entre ambos es palpable y, junto con los niños Trapp, conforma el núcleo emocional de la película.

La música —de “Do-Re-Mi” a “Climb Ev’ry Mountain”, pasando por esa apertura con Andrews en la colina que se ha convertido en icono cultural— sigue siendo el alma de la obra. No hay nota que no remueva algo, no hay melodía que no despierte recuerdos. Y ahí está la magia: verla otra vez es reencontrarse con una emoción conocida pero siempre fresca.

En cuanto a la dirección, Wise construye un relato clásico con oficio, apoyado en una fotografía espléndida de Ted D. McCord que saca todo el partido posible a los paisajes austríacos. El montaje de William Reynolds otorga ritmo a una narración que nunca pierde el pulso, y el diseño de producción logra que la película luzca imperecedera.

Como anécdota, conviene recordar que muchas escenas se rodaron en localizaciones reales de Salzburgo, lo que atrajo al turismo de manera masiva tras el estreno. Hoy, recorrer la “ruta de The Sound of Music” sigue siendo una de las experiencias más buscadas por los visitantes de la ciudad. 

Además, Julie Andrews confesó años después que en la icónica secuencia inicial, mientras corría por la pradera, era literalmente derribada una y otra vez por el viento del helicóptero que la filmaba, un detalle curioso detrás de una imagen que parece pura armonía.

Sesenta años después, Sonrisas y lágrimas mantiene intacto su poder: emociona, entretiene y nos recuerda que la música y el amor son capaces de vencer hasta la disciplina más férrea o las circunstancias más adversas. Un musical inolvidable que no solo se puede ver una y otra vez, sino que se disfruta siempre como si fuera la primera vez..

NOTA 8,5/10

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