jueves, 11 de diciembre de 2025

THE MASTERMIND

Dirección: Kelly Reichardt. 
Guion: Kelly Reichardt.
Reparto: Josh O’Connor,Alana Haim,Hope Davis,John Magaro. 
Gaby Hoffmann,Bill Camp. 
Amanda Plummer,Rhenzy Feliz. 
Eli Gelb,Cole Doman.Javion Allen., Matthew Maher
Productores: Neil Kopp, Anish Savjani, Vincent Savino
Montaje: Kelly Reichardt. 
Fotografía Christopher Blauvelt. .Música: Rob Mazurek.
Distribuidora: Mubi
Año: 2025
Título Original; The Mastermind 
Estreno En España: 31/10/25
Género: Drama, Thriller. 
Duración; 110 Minutos 

ARGUMENTO 
En un tranquilo suburbio de Massachusetts, a comienzos de los años 70, J.B. Mooney —un padre desempleado y ladrón de poca experiencia— planea su primer robo en un museo local. La película sitúa el golpe en el contexto de una nación convulsa y centra su interés en las consecuencias humanas y morales del acto más que en la técnica del atraco. 

CRÍTICA 
The Mastermind llega a nuestras pantallas avalada por su premio ex aequo en la Seminci de este año, un reconocimiento que no sorprende una vez que uno se adentra en este excelente thriller dramático que Kelly Reichardt construye con precisión quirúrgica y con una elegancia poco habitual en el cine estadounidense contemporáneo. Estamos ante una historia de perdedores, sí, pero contada con una calidez y una honestidad que la elevan muy por encima del simple relato criminal.

Reichardt vuelve a demostrar que domina como pocos el arte de narrar en los silencios. En esta ocasión se sirve de los códigos del cine negro clásico, desde las atmósferas sombrías hasta el fatalismo latente, pero filtrándolo todo por su mirada minimalista. La ambientación setentera y la banda sonora repleta de jazz, que funciona casi como una voz en off emocional, contribuyen a ese aroma de noir añejo que tanto recuerda a aquellas películas donde no había héroes, solo seres humanos tratando de sobrevivir a su propia mediocridad.

La película sigue a J.B. Mooney, ese hombre corriente que, acorralado por la vida, decide dar un golpe en una pequeña galería local  Un intento torpe y casi improvisado de robar unos cuadros sin tener nada que perder. En manos de otro cineasta, esta premisa habría desembocado en un thriller frenético; sin embargo, Reichardt apuesta por un ritmo pausado, casi hipnótico, que permite que cada gesto del protagonista —magnífico Josh O’Connor, contenido pero frágil— cuente más que cualquier escena de acción.

Ese tempo deliberado es precisamente el que hace que The Mastermind deje poso. No es una película diseñada para epatar, sino para penetrar. Para recordarnos que incluso el acto delictivo más absurdo puede esconder una necesidad desesperada de ser visto, escuchado, reconocido. Y cuando el metraje avanza hacia su inevitable resolución, resultan inevitables la emoción y ese nudo en la garganta tan propio del cine de Reichardt: un cine donde la derrota no invalida a los personajes, sino que los humaniza.

Kelly Reichardt insistió en que los actores practicaran con pinturas reales durante semanas, de modo que los gestos torpes de O’Connor frente a los lienzos no fueran simples coreografías, sino acciones orgánicas y reales. Además, la escena del robo se rodó en una galería que permanecía abierta al público durante las noches; según contó la propia directora, el equipo trabajó casi en silencio para no alterar las piezas expuestas, lo que contribuyó al tono íntimo y casi ceremonial de la secuencia final

The Mastermind es, en definitiva, una de esas películas pequeñas en apariencia pero inmensas en resonancia. Un thriller dramático de aroma clásico, de esos que ya no se hacen, donde el jazz acompaña, la cámara observa y los personajes duelen. Una obra que no solo se ve, sino que permanece. Y que confirma que Reichardt sigue siendo una de las miradas más personales e imprescindibles del cine actual

NOTA 7/19

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