Dirección: Vanessa Winter, Joseph Winter.
Guion: Vanessa Winter, Joseph Winte
Reparto: Joseph Winter,Melanie Stone.,Jason K. Wixom
Fotografía: Jared Cook.
Montaje: Vanessa Winter, Joseph Winter.
Música: Joseph Winter
Distribuidora: Shudder
Año, 2022
Título Original; Deadstream
Estreno En España: 610/22 rn el festival de Sitges y ya en plataformas AMC Plus y Planet Horror..
Género: Comedia, Terror
Duración; 89 Minutos
ARGUMENTO.
Una personalidad de Internet caída en desgracia intenta recuperar a sus seguidores transmitiendo en directo una noche en una casa embrujada abandonada. Pero cuando, sin querer, provoca la ira de un espíritu vengativo, su gran “evento de regreso” se transforma en una lucha en tiempo real por su vida.
CRÍTICA
Ganadora del Premio Panorama Fantàstic en el Festival de Sitges 2022, Deadstream se convirtió, casi sin hacer ruido, en una de esas pequeñas joyas que de vez en cuando aparecen para recordarnos que el género fantástico sigue muy vivo cuando se hace desde la honestidad, la frescura y, sobre todo, desde el puro disfrute. Porque si algo define a esta gamberrada dirigida por Joseph Winter y Vanessa Winter es precisamente eso: el deseo contagioso de pasarlo bien y de trasladar ese entusiasmo al espectador
La película nos presenta a un youtuber caído en desgracia que, decidido a recuperar a su audiencia, se ecierra en una casa encantada para retransmitir toda la experiencia en directo. Lo que empieza como una de esas maniobras desesperadas por volver a ser relevante —una sátira clarísima de esa cultura del “haz lo que sea por los likes”— termina convirtiéndose en un festival de sustos, humor físico, criaturas grotescas y situaciones que navegan entre el found footage más clásico y la autoparodia más descarada.
Y es ahí donde Deadstream brilla: en su capacidad para reírse del género sin dejar de pertenecer a él.
La proyección en Sitges fue, como suele ocurrir con las propuestas que se entregan sin complejos, una auténtica fiesta. El público del Retiro salió encantado, riéndose, comentando, celebrando que todavía existan películas así: pequeñas, rodadas con ingenio y sin miedo a ser excesivas. En un festival donde lo excesivo es parte de la identidad, Deadstream fue puro espíritu “Sitges”: divertida, desinhibida y perfectamente consciente de lo que quiere ser.
A nivel técnico, sorprende lo bien resuelta que está para tratarse de un proyecto tan modesto. El uso del directo, los comentarios del chat, las cámaras improvisadas, todo contribuye a ese aire de caos controlado que la hace tan entretenida. Y aunque pueda parecer una parodia del found footage, lo cierto es que cuanto más se ríe del género, más demuestra que lo conoce a la perfección.
Como anécdota del rodaje —y que dice mucho de la entrega del equipo—, Joseph Winter contó que varias escenas de golpes y carreras se rodaron sin especialistas porque simplemente no había presupuesto para ellos. El propio Winter terminó con algunos moratones considerables… y aun así decidieron dejar ciertas tomas improvisadas porque la energía era más auténtica y divertida. Y sí, esa naturalidad se nota.
Deadstream es, en definitiva, una de esas agradables sorpresas que Sitges sabe acoger y celebrar. Una película que funciona como sátira, como comedia y como terror ligero; un juguete cinematográfico que convierte sus limitaciones en virtudes y que demuestra que, a veces, lo único que hace falta para triunfar es una buena idea y muchas ganas de pasarlo bien.
Una propuesta tan sencilla como efectiva… y 100% Sitges. Aquí el espectador disfruta, se ríe, se asusta un poco y sale del cine pensando: “¡Esto es exactamente lo que venía a ver!”.
NOTA 7/10
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