martes, 18 de noviembre de 2025

BELEN

Dirección: Dolores Fonzi 
Guion: Dolores Fonzi, Laura Paredes, Agustina San Martín, Nicolás Britos Basado en: El libro Somos Belén de Ana Correa 
Reparto:Dolores Fonzi,Camila Pláate,Laura Paredes,Julieta Cardinali,Sergio Prina,Luis Machín,César Troncoso,Lili Juárez
Fotografía:Javier Juliá 
Montaje: Andrés “Pepe” Estrada 
Música: Marilina Bertoldi 
Sonido: Leandro De Loredo
Distribuidora MGM
Año: 2025.
Título Original; Belén 
Estreno En España: 14/11/25 estreno en plataformas Prime Video 
Género: Drama, Thriller.
Duración: 106 Minutos 

ARGUMENTO 
La película está basada en un caso real. Relata la historia de una joven tucumana (“Belén”, seudónimo) que sufre un fuerte dolor abdominal, va al hospital, y es acusada de provocarse un aborto. Luego de dos años en prisión preventiva, recibe una condena por homicidio agravado por el vínculo. Una abogada, Soledad Deza (interpretada por Fonzi), decide asumir la causa y lucha contra un sistema judicial conservador, al mismo tiempo que el caso cobra visibilidad y moviliza a organizaciones feministas. 

.CRÍTICA 
Hay películas que, más allá de su acabado formal o de su alcance en taquilla, nacen con la vocación de sacudir conciencias. Belén, el segundo largometraje de Dolores Fonzi, pertenece sin titubeos a ese grupo. Un interesante y muy recomendable filme que nos enfrenta a un sonrojante caso real ocurrido en Tucumán en 2014, un episodio que todavía hoy despierta indignación y desconcierto. ¿Cómo es posible —se pregunta inevitablemente el espectador— que algo así haya ocurrido hace apenas diez años?

Fonzi articula la película con una sobriedad admirable. Se centra en la historia de Belén, una joven que acude a un hospital por dolores abdominales y termina acusada de haberse provocado un aborto. La maquinaria judicial cae sobre ella con una contundencia que escapa a cualquier lógica. Y ahí entra en escena Soledad Deza, abogada y activista, que decide tomar el caso y enfrentarse a un sistema opaco, conservador y profundamente desigual. El filme, sin necesidad de subrayados, va dejando claro que detrás de aquel proceso hubo más prejuicio que prueba.

Uno de los grandes valores de Belén reside en su excelente conjunto interpretativo. Camila Pláate, como la joven injustamente acusada, ofrece una interpretación contenida, frágil y tremendamente humana; y la propia Dolores Fonzi, poniéndose frente a la cámara como la abogada que no acepta la derrota, sostiene la película con una fuerza silenciosa que se graba en la memoria. Junto a ellas, Laura Paredes y Luis Machín completan un reparto que funciona como un engranaje preciso, sin fisuras.

El montaje —limpio, bien ritmado, sin caer en la tentación de dramatizar en exceso— permite que la narración fluya con naturalidad. Fonzi evita picos melodramáticos y apuesta por un tono más cercano al retrato judicial que al drama lacrimógeno. Y es precisamente esa contención lo que hace que los golpes emocionales lleguen más fuertes: Belén golpea al espectador, le incomoda, le hace reflexionar, le obliga a mirar de frente una realidad que durante demasiado tiempo se eligió no mirar.

Durante la filmación en Tucumán, varias tomas de exteriores atrajeron a vecinas y activistas que habían seguido el caso real en 2014. Algunas de ellas terminaron participando como figurantes o asesorando al equipo para mantener la fidelidad de ciertos detalles del proceso judicial. Fonzi ha contado en entrevistas que esas conversaciones espontáneas con habitantes del lugar —muchas aún dolidas por lo ocurrido— acabaron influyendo en la puesta en escena, aportando matices que no estaban en el guion original

En definitiva, Belén es un filme necesario, de esos que no solo cuentan una historia, sino que recuerdan algo esencial: a veces el cine sirve para no repetir lo que nunca debió suceder. Y esta película, golpeando sin caer en el panfleto, cumple esa misión con notable solvencia.

NOTA 7/10


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