viernes, 11 de julio de 2025

PORCO ROSSO

Dirección: Hayao Miyazaki
Guion: Hayao Miyazaki
Reparto: Animación, (Voces)Shūichirō Moriyama, Tokiko Katō, Akemi Okamura, Akio Ōtsuka, Tsunehiko Kamijō
Producción: Toshio Suzuki
Música: Joe Hisaishi
Fotografía: Animación Atsushi Okui
Montaje: Takeshi Seyama
Estudio de animación: Studio Ghibli
Distribuidora: Vértigo Films 
Año: 1992
Título Original Kurenai No Buta
Estreno En España: Reestreno 18/07/25
Género: Animación,  Aventuras 
Duración: 93 Minutos 


ARGUMENTO.
Periodo de entreguerras. Porco es un cerdo aviador que frustra todos los actos de piratería perpetrados por los piratas aéreos del Adriático. Éstos, decididos a acabar con el valiente y hábil aviador, se ponen de acuerdo para contratar a un aventurero americano cuya misión será eliminarlo

CRÍTICA.
Dentro del universo Ghibli hay títulos mayores, películas que son recordadas por su desbordante imaginación o su intensidad emocional. Y sin embargo, entre todos esos mundos imposibles y espíritus del bosque, hay una pequeña joya aérea que vuela por libre: Porco Rosso. Una historia que, sin abandonar la fábula ni el aliento fantástico, tiene los pies —o mejor dicho, las alas— firmemente ancladas en una realidad tan melancólica como luminosa

Hayao Miyazaki, piloto frustrado y eterno enamorado del cielo, dirige aquí una de sus obras más personales y también una de las menos ruidosas. Lejos de la épica de La princesa Mononoke o la exuberancia de El viaje de Chihiro, Porco Rosso se siente como un suspiro: una película que avanza serena, entre bromas, duelos de honor y paisajes que parecen cuadros al óleo.

La historia gira en torno a Marco Pagot, un antiguo piloto italiano de la Primera Guerra Mundial que, por una maldición (o una culpa), se ha transformado en un cerdo. Exiliado de todo salvo de las nubes, Porco sobrevive como cazarrecompensas en el Adriático, enfrentado a piratas aéreos y a su propio desencanto. Pero Miyazaki no lo condena al ostracismo: en su camino surgen la joven e ingeniosa Fio y la nostálgica Gina, dos mujeres que dan luz a la película y que, como tantas veces en Ghibli, tienen voz y carácter propios

Lo más fascinante de Porco Rosso es cómo combina la aventura con una profunda tristeza contenida. No hay grandes discursos, pero sí miradas, silencios, cielos rojizos al atardecer y una sensación de haber vivido demasiado. Como si el protagonista, igual que tantos héroes crepusculares del western clásico, fuera consciente de que su tiempo ha pasado. Lo dice el propio Porco en una de sus frases más célebres: "Prefiero ser un cerdo que un fascista". Porque sí, hay crítica política, hay memoria histórica, y todo envuelto en un envoltorio amable, de comedia aventurera con alma europea

La animación, como era de esperar, es exquisita. El azul del mar, el diseño de los hidroaviones, las coreografías aéreas… Todo es una carta de amor a la aviación clásica y a los cómics de aventuras franco-belgas. Y qué decir de la música de Joe Hisaishi: melódica, nostálgica, capaz de hacernos volar sin despegar de la butaca

Porco Rosso es una de esas películas que tal vez no deslumbren a primera vista, pero que se quedan contigo, como los buenos libros o los buenos vinos. Una obra menor dentro de Ghibli si solo atendemos al ruido, pero mayor si hablamos de corazón, de honestidad y de la necesidad de seguir creyendo en la belleza incluso cuando todo parece perdido.
Porco Rosso es una fábula sobre la libertad, el desencanto y el poder de la imaginación. Una obra que, sin quererlo, se convierte en uno de los retratos más sinceros del propio Miyazaki.

NOTA 8/10




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