sábado, 28 de junio de 2025

UNA CENA ...Y LO QUE SURJA

Dirección: Olivier Ducray y Wilfried Méance  
Guion: Olivier Ducray, Wilfried Méance, con colaboración de Jean‑Paul Bathany; adaptación de Sentimental de Cesc Gay  
Reparto: Isabelle Carré , Bernard Campan  Julia Faure, Pablo Pauly
Música: Alexis Rault  
Fotografía: Stéphen Méance  
Montaje: Nicolas Pangos y Olivier Michaut‑Alchourroun  
Vestuario: Pauline Berland  
Producción: Romain Brémond y Daniel Preljocaj (Nac Film / Soyouz Films)  
Distribuidora: Filmax 
Año: 2024
Título Original: Et plus si affinités
Estreno En España: 04/07/25
Género: Comedia,  Drama 
Duración: 77 Minutos 

ARGUMENTO 
Tras años de monotonía matrimonial, Sophie y Xavier necesitan aire fresco en su relación. Una noche quedan para cenar con sus vecinos, los enamorados Adèle y Alban, a quienes Xavier reprocha su falta de discreción y su vida desenfrenada. La cena da un giro cuando estos les hacen una proposición un tanto… indecente. ¿Y si la solución fuera dejarse llevar por los vecinos de arriba?

CRÍTICA 
Es curiosa la facilidad con la que el cine francés se adueña de historias ajenas y les da una pátina de estilo propio, aunque en el caso que nos ocupa esa capa es tan fina que por momentos casi se trasluce el original sin apenas maquillaje. Una cena… y lo que surja, dirigida a cuatro manos por Olivier Ducray y Wilfried Méance, es el remake francés de la notable Sentimental de Cesc Gay, y si bien la adaptación funciona y se deja ver con agrado, uno no puede evitar preguntarse qué aporta realmente más allá del cambio de idioma.

La película reproduce con sorprendente fidelidad la estructura, los diálogos e incluso los silencios del filme original. El punto de partida es sencillo pero eficaz: una pareja venida a menos en lo afectivo recibe la inesperada visita de sus ruidosos y desinhibidos vecinos. La velada se convierte en una disección emocional en clave de comedia que juega con la tensión sexual, los reproches contenidos y el incómodo humor de las verdades que todos prefieren callar.

El gran mérito de esta versión está en el reparto, que responde con solvencia a las exigencias de un guion que requiere precisión en el ritmo, en las miradas y en el subtexto. Guillaume de Tonquédec y Elsa Zylberstein componen una pareja apagada, en crisis, que contrasta con la vitalidad casi excesiva del dúo formado por Jérôme Commandeur y Frédérique Bel. La química entre ellos, especialmente en los momentos de confrontación, sostiene con solidez una propuesta que podría haber naufragado por falta de personalidad.

Ducray y Méance se limitan a reproducir el material sin apenas introducir variaciones ni buscar una identidad propia. No hay giros nuevos, ni reinterpretaciones, ni una mirada particular sobre el material original. Todo está donde ya lo vimos en Sentimental, lo que convierte a Una cena… y lo que surja en una obra eficaz pero innecesaria. Es como si viésemos la misma función de teatro con distintos actores: puede que cambie el acento, pero el texto sigue siendo el mismo.

Eso sí, el ritmo no decae, los momentos de comedia funcionan —aunque quizás con menos mordiente que en la versión española— y hay un esfuerzo palpable por hacer de este remake una película agradable, divertida y certera en sus observaciones sobre la vida en pareja. El problema, en definitiva, no es lo que vemos, sino lo que ya habíamos visto.
Una película que se disfruta pero no se recuerda. O mejor dicho: se recuerda, pero por lo que ya habíamos visto antes..

NOTA 5,5/10



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.