No hay necesidad de presentar a Bob Mould. Para quien sepa leer entre acordes y distorsiones, su nombre está tallado con fuego en la historia del rock alternativo norteamericano. Y aunque muchos lo asocien con sus días al frente de Hüsker Dü o Sugar, lo cierto es que Mould ha seguido caminando solo, con la convicción del que sabe que todavía tiene algo que decir, algo que gritar. Su último álbum, Here We Go Crazy, es una nueva vuelta de tuerca a su universo eléctrico, y "When Your Heart Is Broken" funciona como una de sus piezas clave..
No hay necesidad de presentar a Bob Mould. Para quien sepa leer entre acordes y distorsiones, su nombre está tallado con fuego en la historia del rock alternativo norteamericano. Y aunque muchos lo asocien con sus días al frente de Hüsker Dü o Sugar, lo cierto es que Mould ha seguido caminando solo, con la convicción del que sabe que todavía tiene algo que decir, algo que gritar. Su último álbum, Here We Go Crazy, es una nueva vuelta de tuerca a su universo eléctrico, y "When Your Heart Is Broken" funciona como una de sus piezas clave.
Desde el primer segundo, la canción se muestra sin filtros: directa, urgente, sin adornos innecesarios. Guitarras que arañan pero no saturan, una base rítmica que avanza sin pausa y una voz —la de Mould, rasgada y reconocible— que se cuela entre los recovecos del desamor con la naturalidad de quien ha cantado estas heridas mil veces. Porque, sí, lo que aquí se canta es una historia tantas veces contada —la del corazón roto— pero contada con la fiereza de quien se niega a rendirse al cliché.
Lo que hace grande a esta canción no es la novedad, sino su honestidad. Bob Mould sigue sabiendo fabricar melodías que se te quedan pegadas como una espina, estribillos que golpean con fuerza y un espíritu punk que no ha diluido con los años, sino que ha destilado. Hay algo de esa energía cruda de Hüsker Dü, pero también la precisión melódica que ya desplegó en Copper Blue con Sugar. “When Your Heart Is Broken” es una de esas canciones que podrían haber firmado perfectamente The Pixies o incluso R.E.M., y eso no es casualidad: sin Mould, probablemente nunca habríamos tenido a esos grupos tal y como los conocemos.
Puede que Bob Mould no esté ya en boca de todos, pero lo que demuestra con cortes como este es que la llama sigue encendida. Y lo más importante: sigue cantando desde el mismo sitio, ese donde el rock es más que una pose, es una necesidad vital. No hay artificio ni cálculo. Solo rock, solo pasión
Una canción que suena como deben sonar las buenas canciones de siempre: con alma, con garra y con la sensación de que Bob Mould, afortunadamente, sigue siendo Bob Mould.
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