TODO SALDRÁ BIEN

Dirección: Ray Yeung

Guion: Ray Yeung

Reparto: Patra Au Ga Man, Maggie Li Lin Lin, Tai Bo, Leung Chung Hang, Fish Liew, So Chi Wai

Fotografía: Leung Ming Kai

Montaje: Stanley Tam

Música: Veronica Lee

Producción: New Voice Film Productions / HKIFF Collection

Distribuidora: Karma Films 

Año: 2024

Título Original All Shall Be Well

Estreno En España: 12/06/25

Género: Drama,  Autor 

Duración: 93 Minutos 

ARGUMENTO 

Angie y Pat son una pareja que ha compartido 40 años juntas. Tras la muerte repentina de Pat, Angie se encuentra a merced de la familia de su pareja mientras lucha por mantener la dignidad y la casa en la que las dos vivieron durante toda su relación.

CRÍTICA 

Hong Kong, ciudad de luces frenéticas y contradicciones sociales. También ciudad de silencios, como los que pueblan esta historia escrita con lápiz fino por Ray Yeung, quien ya nos había emocionado con Suk Suk. Ahora, con Todo saldrá bien, vuelve a mirar de frente a esos márgenes que la sociedad se empeña en fingir que no existen.

Wing y Wai han compartido su vida durante más de treinta años. Dos mujeres unidas por el afecto, la costumbre, el cariño maduro. Una pareja estable, tranquila, sin estridencias, como tantas otras. Pero Wai muere de forma repentina, y Wing se queda sola frente a un sistema legal y familiar que no reconoce su dolor, ni su relación. Una vida entera compartida que no tiene peso si no hay un papel que lo certifique. Todo se desmorona. O más bien, todo se va deshilachando en silencio.

Ray Yeung firma aquí un drama sobrio, contenido, casi minimalista en sus formas. No hay grandes giros ni explosiones emocionales. Todo se cocina a fuego lento, como se vive la vejez, como se arrastra el duelo. Y es precisamente ahí donde la película encuentra su fuerza: en lo callado, en lo que no se dice pero se insinúa. En el rostro de Patra Au, una actriz enorme que encarna a Wing con una mezcla admirable de dignidad y fragilidad.

Ray Yeung firma aquí un drama sobrio, contenido, casi minimalista en sus formas. No hay grandes giros ni explosiones emocionales. Todo se cocina a fuego lento, como se vive la vejez, como se arrastra el duelo. Y es precisamente ahí donde la película encuentra su fuerza: en lo callado, en lo que no se dice pero se insinúa. En el rostro de Patra Au, una actriz enorme que encarna a Wing con una mezcla admirable de dignidad y fragilidad.

Y es que lo más triste no es que Wing no tenga derecho a la herencia. Lo más duro es que nadie a su alrededor parece creer que su dolor sea legítimo. La familia de Wai no la reconoce como pareja. El sistema tampoco. El amor, sin testamento, sin anillos, sin hijos, es amor de segunda. ¿De verdad todo saldrá bien?

Como suele hacer el cine de Yeung, hay una denuncia clara, pero nunca panfletaria. La película no pretende sentar cátedra ni ofrecer soluciones. Solo abrir los ojos. Hacernos mirar hacia esos huecos legales y afectivos que siguen doliendo, especialmente en contextos tan complejos como el de Hong Kong, donde los avances sociales no siempre llegan a todos los rincones.

Todo saldrá bien es una de esas películas que no necesitan levantar la voz para hacerse escuchar. Un drama tan sencillo como necesario, que habla de derechos, de memoria, de amor y de ausencia. Y que, al acabar, deja una pregunta flotando: ¿cuántas Wings hay ahora mismo, encerradas en su piso, llorando solas a una vida que nadie quiere recordar? Sobria, sensible, sincera. Un pequeño gran filme.

NOTA: 7,5/10