Dirección: Mariano Donoso y Federico Cardone
Guion: Mariana Guzzante
Reparto: Documental
Producción ejecutiva / productores:
Ciro Néstor Novelli, Mariano Baratech, Cristina Escobar (ejecutivo)
(También asociado: El Gatoverde Producciones / Curandero Producciones)
Fotografía: Mariano Donoso, Isabel Ruiz
Diseño de arte: Silvana Díaz Coppoletta
Edición: Camila Menéndez
Sonido/Música original: Alejandro Fiore, Mauro Marquet
Productora: El Gatoverde Producciones (España), Curandero Producciones (Argentina)
Coproducción: Argentina–España con apoyo de INCAA (Arg), ICAA y RTVE (Esp)
Distribuidora Me Lo Creo
Año: 2024
Título Original: Quinografia.
Estreno En España : 19/06/25
Género; Documental, Biopic
Duración: 75 Minutos
ARGUMENTO
Conocemos a Quino, su obra y su mundo con imágenes y testimonios inéditos. Con la última entrevista que Quino ofreció y con el testimonio de amigos, familiares y expertos en la historia del cómic, repasamos la vida y el enorme legado del creador de Mafalda.
Recorremos, junto a él, su biografía, sus orígenes y el largo camino recorrido para convertirse en una celebridad mundial y para volver al fin a su Mendoza natal, viudo y casi ciego, para despedirse de la luz de su infancia.
Quinografía intenta, además, plantear una reflexión sobre las formas artísticas de abordar un archivo, sobre el modo en que dialogan el presente y el pasado, bajo una certeza mafaldiana: los adultos no tienen la menor idea de lo que hacen con el mundo.
CRÍTICA
Quinografia es una conversación íntima con el genio que dibujó nuestras conciencias Lo importante no es lo que se dice, sino lo que se calla decía el dibujante
Pocas figuras han logrado hacer reír y pensar al mismo tiempo con la agudeza y ternura con la que lo hizo Joaquín Salvador Lavado Tejón, el dibujante al que todos llamamos Quino. Su Mafalda, esa niña lúcida, inconformista y entrañable, se convirtió en una brújula moral para generaciones enteras. Pero ¿quién era Quino más allá de sus viñetas? El documental Quinografía, dirigido con respeto y sensibilidad por Mariano Dosono y Federico Cardone, intenta responder precisamente a eso: no solo narrar una biografía, sino trazar el mapa emocional y ético de un artista que hablaba desde el silencio.
Quinografía no se presenta como un compendio cronológico al uso, sino como un tejido de voces, recuerdos y silencios. La película se apoya en testimonios directos del propio Quino, que funcionan como eje narrativo y emocional, y se enriquece con los relatos de familiares cercanos, amigos, colegas y especialistas. La estructura no lineal, casi como un álbum de recortes, permite al espectador ir armando su propio Quino, como si de una historieta se tratara.
Los directores optan por una puesta en escena sobria, sin grandes alardes técnicos. Aquí lo importante es la palabra, el gesto, la pausa. Hay fragmentos de entrevistas de archivo, pero también momentos de animación sutil que ilustran el pensamiento del dibujante sin robarle protagonismo. Cada intervención de Quino –con esa voz pausada, su mirada algo melancólica y su humor afilado– ilumina más que cualquier análisis externo
Lo más valioso de Quinografía es que evita el panegírico fácil. El documental no convierte a Quino en un santo laico, sino que lo presenta con sus dudas, sus temores y su permanente insatisfacción creativa. Esa necesidad de comprender el mundo, de denunciar la injusticia sin perder el humor, está presente en cada testimonio. La figura de Mafalda sobrevuela todo el metraje, claro está, pero no lo devora. Hay espacio también para hablar de sus otras viñetas, de su visión del poder, del miedo, de la infancia, de la censura.
El relato se detiene en momentos clave: la infancia del autor en Mendoza, la pérdida temprana de sus padres, su llegada a Buenos Aires, el exilio. Pero lo hace desde lo íntimo, sin subrayados. Quino aparece no como el genio incuestionable, sino como un hombre lúcido, comprometido y profundamente humano. Alguien que no gritaba, pero cuya voz aún resuena.
Quinografía es más que un documental biográfico. Es un acto de gratitud. Una invitación a reencontrarnos con el humor inteligente y la ternura crítica de quien nos enseñó que las preguntas son más importantes que las respuestas. Los que crecimos con Mafalda –y también quienes la descubren hoy– encontraremos en esta película un espejo sereno y necesario. Porque, como dice el propio Quino en uno de los momentos más conmovedores del film: "el humor no cambia el mundo, pero ayuda a soportarlo.
NOTA 6,5/10
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