jueves, 12 de junio de 2025

LA RECETA PERFECTA

Dirección: Louise Courvoisier
Reparto: Clément Favreau, Maïwene Barthelemy, Dimitri Baudry, Mathis Bernard, Luna Garret...
Guion: Théo Abadie, Louise Courvoisier
Fotografía: Elio Balezeaux
Música: Charlie Courvoisier, Linda Courvoisier
Montaje: Sarah Grosset
Distribuidora; La Aventura 
Año; 2024
Título Original Vingt Dieux (Holy Cow)
Estreno En España: 12/06/25
Género: Drama
Duración: 90 Minutos 

ARGUMENTO 
Totone, de 18 años, pasa la mayor parte del tiempo bebiendo cervezas y de fiesta en la región del Jura con su grupo de amigos. Pero la realidad le atrapa: tiene que cuidar de su hermana de 7 años y buscarse la vida. Entonces se propone fabricar el mejor queso Comté de la región, el que le haría ganar la medalla de oro en el concurso agrícola y 30.000 euros..

CRÍTICA 
‘La receta perfecta’ es una conmovedora comedia que retrata con gran inteligencia los lazos familiares y afectivos de unos personajes llenos de desparpajo y ansiosos de aventura. Ambientado en el entorno rural francés, este filme naturalista repleto de matices ha sido distinguido con importantes galardones, como el de Mejor ópera prima y Mejor actriz revelación en los Premios César, el Premio de la Juventud en el Festival de Cannes, o el Premio Punto de Encuentro y Premio del público en la Seminci de Valladolid

Hay películas que no necesitan reinventar nada para dejarnos un poso sincero y cálido, de esos que duran más que los fuegos artificiales de otras propuestas. La receta perfecta, ópera prima de Louise Courvoisier, juega sus cartas con honestidad: la historia de un joven que, empujado por las circunstancias, debe hacerse adulto antes de tiempo. Un drama de superación cocinado a fuego lento que, aunque tropieza en su intento de llegar más alto, se mantiene a flote gracias a su sensibilidad y, sobre todo, a la interpretación magnética del joven Clément Favreau.
Hay películas que no se imponen, que no levantan la voz, que no buscan encandilar en el primer plano ni en la última lágrima. Son esas historias que se te cuelan sin avisar, sin ruido, sin apelar a la nostalgia impostada ni a los discursos de postal. La Receta Perfecta nos ha la de eso, vemoscque la madurez nos nos avisa a veces no estsmos prepardos,el debut de Louise Courvoisier, es una de esas películas que parecen menores pero que, al salir del cine, uno recuerda con una sonrisa torpe, como cuando rememoras algo que no supiste valorar del todo en el momento justo.

La historia arranca en un Jura de cielos bajos y prados húmedos, de olor a estiércol, queso y mañana recién arrancada. Allí vive Totone, un joven más cerca de la gamberrada y del botellón que de la madurez, que ve cómo su mundo salta por los aires cuando su padre, maestro quesero, muere de forma repentina. Y así, sin grandes proclamas ni explosiones emocionales, empieza una película que habla de crecer porque no queda más remedio. De mirar hacia el futuro cuando el pasado ya no responde.
Courvoisier no busca el drama, lo encuentra. Lo encuentra en los silencios entre hermanos, en la torpeza de un chico que apenas sabe cuidar de sí mismo y de pronto tiene que hacerse cargo de una niña. Lo encuentra en esa mezcla tan humana de orgullo, rabia y ternura que Clément Faveau transmite sin necesidad de una gran escena, de un gran diálogo, de una gran música que lo subraye todo. El actor, debutante, tiene eso que pocos tienen: verdad. Y cuando hay verdad, lo demás puede tambalearse que el andamiaje aguanta.

La Receta Perfecta no es una película perfecta. Hay tramos donde la narración se dispersa, donde la comedia rural parece querer imponerse al drama íntimo, donde algunos personajes apenas asoman sin terminar de dejar huella. Pero incluso ahí, incluso en sus titubeos, hay algo muy valioso: la voluntad de contar desde dentro, sin disfraz. Uno siente que Courvoisier conoce ese mundo, que no necesita justificar a sus personajes ni hacerlos más simpáticos de lo que son. Y en esa honestidad encuentra su mayor virtud.

A veces pienso que estamos rodeados de películas que gritan demasiado. Que temen pasar desapercibidas si no lucen, si no nos empujan la emoción en primer plano. La Receta Perfecta hace justo lo contrario. Llega bajita, te mira de frente, te habla con naturalidad, y cuando te quieres dar cuenta ya se ha quedado contigo. Como una historia que podría ser la tuya. Como un recuerdo que aún no sabías que tenías.
La Receta Perfecta no cambia el cine, pero a mí me ha cambiado el día. Y con eso, a veces, basta

NOTA 6,5/10

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