Director: Cesc Gay
Guionistas: Cesc Gay, Eduard Sola
Reparto: Nora Navas, Juan Diego Botto, Rodrigo de la Serna, Àgata Roca, Francesco Carril, Marian Álvarez, Fernanda Orazi, Miki Esparbé, Lluís Villanueva, Mercedes Sampietro, Mariona Pagés, Martí Ribot
Fotografía: Andreu Rebés
Música: Arnau Bataller
Montaje: Liana Artigal
Dirección de arte: Sylvia Steinbrecht
Vestuario: Anna Güell
Sonido: Albert Gay;
Productoras: Imposible Films y Alexfilm AIE (con la participación de RTVE, Movistar Plus+, 3Cat; apoyo de ICAA, ICEC; financiación de CaixaBank, CREA SGR e ICO)
Distribuidora: Filmax
Año: 2025
Título Original: Mi Amiga Eva
Estreno En España: 19/09/25
Género: Drama, Comedia
Duración: 90 Minutos
ARGUMENTO
Eva es una mujer de 50 años, casada desde hace más de veinte y con dos hijos adolescentes. Durante un viaje de negocios en Roma, Eva se da cuenta de que quiere volver a enamorarse antes de que sea "demasiado tarde". De vuelta en Barcelona, Eva empieza una nueva vida, soltera y abierta al juego de la seducción y el romance. A lo largo de un año seguiremos a esta mujer que ha roto su mundo buscando un sentimiento. Un imposible, pero quizá el azar pueda rescatarnos.
CRÍTICA
Hay algo en el cine de Cesc Gay que lo convierte en un observador minucioso del alma humana, en un cronista de la mediana edad y de sus pequeños desajustes emocionales. En Mi amiga Eva, su última película, el cineasta barcelonés regresa con la precisión quirúrgica y el tono amable —a ratos melancólico, a ratos irónico— que ya es marca de la casa. Y lo hace acompañado de una espléndida
Nora Navas, que firma aquí uno de los trabajos más matizados de su carrera.
Eva, la protagonista, es una mujer en la cincuentena, profesional eficiente, madre responsable, esposa en piloto automático. Nada parece faltar en su vida… salvo lo esencial: la pasión, el deseo, la incertidumbre de lo imprevisible. Esa grieta comienza a abrirse en un viaje de negocios a Roma, donde, por un instante, el mundo parece girar en otra dirección. No hay grandes dramas, ni decisiones explosivas. Sólo miradas, gestos, vacilaciones. Gay no necesita más para construir un retrato emocional sutil y cercano.
Como ya hiciera en Truman o Sentimental, el director apuesta por los diálogos como núcleo emocional del filme. Aquí vuelven a brillar: naturales, precisos, cargados de ironía y verdad. Es fácil pensar en el Woody Allen más contenido y europeo, el de Maridos Y Mujerea o Blue Jasmine, cuando uno ve cómo los personajes de Mi amiga Eva se relacionan a través del lenguaje, incluso cuando lo que no se dice pesa más que lo que se verbaliza
Nora Navas sostiene todo el relato con una interpretación que transita del vacío silencioso a la inquietud emocional con una ligereza pasmosa. A su lado, secundarios como Pere Arquillué o Ágata Roca componen retratos igualmente verosímiles, al servicio de una historia donde lo importante no son las decisiones que se toman, sino las preguntas que se formulan.
Sin embargo, no todo fluye con la misma naturalidad. El segundo tramo del filme, tras el regreso de Eva a su rutina barcelonesa, introduce ciertas situaciones —decisiones, reacciones, giros argumentales— que no encajan del todo con la evolución emocional planteada al inicio. Se pierde algo de coherencia, como si el guion forzara a Eva a vivir situaciones más propias de una comedia romántica que de la introspección madura que se nos había prometido. No es que el filme descarrile, ni mucho menos, pero sí se nota una cierta desviación que le resta potencia al conjunto.
Aun con sus titubeos, Mi amiga Eva es una película honesta, luminosa y necesaria. Un retrato de la mujer contemporánea que se atreve a mirar más allá de las convenciones sociales para preguntarse qué significa estar viva de verdad. Y esa pregunta, cuando está en manos de un director como Cesc Gay y una actriz como Nora Navas, siempre merece ser escuchada.
NOTA 7/10
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