Dirección: Albert Pintó
Guion: Albert Pintó,Fernando Navarro, Álvaro Ariza
Reparto; Luis Zahera, Karra Elejalde, Jesús Carroza, Vicente Romero, Emilio Palacios, Paco Mora, Antonio Gil, Antonio Gómiz, Paula Díaz, Tamara Casellas, Mona Martínez, Damián Alcázar, Jero Medina
Producción: Morena Films; Álvaro Ariza; productoras: Esto También Pasará, Glow, En Tierra de Nadie Films AIE, SDB Films; con participación de Amazon Prime Video, RTVE, Canal Sur, Mogambo, Crea SGR, respaldo del ICAA
Fotografía: David Acereto
Montaje: Miguel Burgos, Cristina Laguna
Música: Sara Cáceres Huerta
Distribuidora: Sony
Año: 2025
Título Original: Tierra De Nadie
Estreno En España: 28/03/25 en cines y 04/07/25 en plataformas Prime Video
Género: Drama, Thriller
Duración: 101 Minutos
ARGUMENTO
La historia de tres viejos amigos. Mateo "el Gallego", un heroico -a su pesar- guardia civil, Juan "el Antxale", un pescador convertido en narco por la mala suerte y el paro, y Benito "el Yeye", un resignado e inteligente depositario judicial siempre a medio camino entre la ley y la delincuencia. Tres amigos separados por un lugar, Cádiz, y un momento, el presente. Atrapados los tres entre el abandono de las instituciones, el violento e imparable ascenso del narco en la provincia y el peligroso aumento del descontento social. Tres amigos atrapados en un polvorín que pondrá a prueba su amistad. El traslado rutinario de un yate incautado a un peligroso cártel se convierte en una aventura entre la vida y la muerte
CRÍTICA
En una época donde el thriller español busca continuamente redefinirse entre el hiperrealismo y el artificio, Tierra de Nadie, dirigida con pulso firme por Albert Pintó, irrumpe como una propuesta tan clásica como contundente. Y lo hace con lo que podríamos llamar una apuesta segura: tres actores de raza —Karra Elejalde, Luis Zahera y Jesús Carroza— en estado de gracia, metidos hasta el cuello en una historia donde la amistad, la lealtad, la culpa y el poder se dan la mano para construir una tierra yerma, no solo geográfica, sino también moral
Pintó nos traslada a un espacio rural, casi fantasmal, en el que tres amigos de toda la vida se enfrentan al mayor dilema ético de sus existencias: una oportunidad inesperada para enriquecerse, aunque a costa de todo lo que creían ser. La historia avanza como una tragedia griega contemporánea, en la que los vínculos afectivos son puestos a prueba por la ambición y la codicia, y donde cada elección abre una nueva herida. El guion, sobrio pero afilado, sabe cuándo tensar y cuándo dejar respirar al espectador, en un juego de espejos que recuerda a los relatos más oscuros de Cormac McCarthy o incluso al western más crepuscular..La película encuentra su mejor baza en el trío protagonista. Karra Elejalde aporta la gravitas de un hombre que carga con demasiados silencios. Luis Zahera, como siempre, se mueve como pez en el agua entre la amenaza contenida y la explosión violenta. Y Jesús Carroza, cada vez más sólido, pone el acento emocional y humano a una historia que fácilmente podría haberse perdido en la abstracción moral.
Albert Pintó, que ya había mostrado su versatilidad en Malasaña 32 o La Casa de Papel, aquí se despoja de artificios para apostar por una dirección seca, elegante, que bebe del mejor cine negro y del thriller psicológico más clásico. La fotografía, en tonos ocres y azulados, acentúa la sensación de desolación, mientras que la música subraya sin estorbar, algo poco habitual en el cine de género patrio
Tierra de Nadie no es solo una historia de codicia y traición, sino también una lúcida reflexión sobre los límites de la moral cuando se enfrentan a la necesidad y al deseo. Pintó no juzga a sus personajes, los observa, los sigue y los deja caer, sin concesiones. Lo que empieza como un pacto entre amigos acaba convertido en una tragedia silenciosa, donde la violencia no siempre es física, sino que se manifiesta en las miradas, los silencios y la pérdida irreversible de la inocencia.
Quizás le sobre un epílogo algo explicativo, o algún subrayado innecesario, pero la fuerza del conjunto hace que estos deslices no empañen un resultado global que roza lo notable. Tierra de Nadie confirma que el cine español sigue sabiendo mirar al abismo, y que algunos de nuestros directores más interesantes no temen ensuciarse las manos para contarlo.
Tierra de Nadie es de esas películas que se cocinan a fuego lento, que no necesitan fuegos artificiales para golpear al espectador. Un thriller emocional que, como buen espejo de la condición humana, muestra que en ocasiones el mayor enemigo no está fuera, sino dentro de uno mismo. Muy recomendable.
NOTA 7,5/10
AUDIO DE LA CLAQUETA CRÍTICA DE TIERRA DE NADIE
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