BREVE HISTORIA DE UNA FAMILIA

Dirección:Lin Jianjie

Guion: Lin Jianjie

Reparto: Lin Muran, Sun Xilun Zu Feng , Guo Ke-Yu

Producción: Lou Ying, Zheng Yue, Wang Yiwen

Productoras: First Light Films (China), Films du Milieu (Francia), Tambo Film (Dinamarca), co-producción con Qatar

Fotografía: Zhang Jiahao  

Montaje: Per K. Kirkegaard  

Música: Toke Brorson Odin  

Diseño de sonido: Margot Testemale, Jacques Pedersen, Fanny Weinzaepflen; sonido adicional: Li Ran 

Distribuidora: Karma Films 

Año: 2024

Título Original: Jia ting jian shi

Estreno En España: 02/07/25

Género: Drama,  Thriller 

Duración: 99 Minutos 

ARGUMENTO 

Los padres de Wei descubren que Shuo, un tranquilo y enigmático amigo del instituto de su hijo, proviene de un entorno problemático y deciden integrarle poco a poco en la familia. Pero un trágico y repentino suceso, va a hacer que viejas heridas y secretos no contados salgan a la luz, dando un giro inesperado para todos los miembros de la familia.

CRÍTICA 

Jianjie Lin debuta con paso firme y mirada afilada en Breve historia de una familia, un turbador ejercicio de cine atmosférico que bucea bajo la superficie del bienestar doméstico para revelar los silencios, las fracturas y las tensiones larvadas de una familia acomodada. El punto de partida podría parecer sencillo —una familia burguesa acoge en su hogar a un joven maltratado por su padre alcohólico—, pero el resultado final es cualquier cosa menos complaciente.

El director construye un relato donde el hielo emocional se va agrietando plano a plano, con un dominio sorprendente de la puesta en escena. Es una película donde cada encuadre, cada movimiento de cámara, está pensado para desestabilizar al espectador. Los interiores —la casa familiar, una oficina impersonal, los pasillos de un hospital— se convierten en espacios de tensión, de reflejo, de desdoblamiento. Los espejos, cristales y superficies translúcidas no son ornamento, sino metáfora: los personajes se observan entre sí sin verse de verdad, se esconden tras sus máscaras cotidianas sin saber muy bien qué desean, a quién aman o temen.

Mención especial merece la banda sonora de Toke Brorson Odin crea un diseño sonoro envolvente que, más que subrayar, ahoga. La música, a veces tan opresiva como un zumbido sordo dentro del cráneo, contribuye a generar esa sensación de inquietud continua, de amenaza invisible. Porque aquí el peligro no viene de fuera, sino que brota de dentro: de la incapacidad para comunicar, de la rigidez de los roles familiares, de una hospitalidad que empieza siendo genuina y acaba transformada en territorio de invasión emocional.

Lin no necesita subrayar las cosas. Le basta con insinuarlas. Con un simple gesto o una mirada furtiva construye un discurso sobre la pertenencia, la culpa, la disolución de los afectos. El joven acogido (extraordinario Muran Lin) se mueve por la casa como un fantasma que poco a poco adquiere cuerpo, presencia y poder. Su inserción en la familia no es redentora sino desestabilizadora, y lo que empieza como una buena acción acaba revelando las grietas profundas de un hogar aparentemente perfecto.

Breve historia de una familia es una ópera prima que impresiona por su madurez visual y su ambigüedad narrativa. Jianjie Lin se revela como un cineasta a seguir muy de cerca. En su película hay ecos de Haneke, de Bong Joon-ho, incluso de Yorgos Lanthimos, pero sin perder nunca una voz propia. 

Una voz que, en lugar de gritar, susurra… pero susurra muy cerca del oído, lo suficiente como para que el escalofrío no se nos quite de encima durante mucho tiempo.

Breve historia de una familia es una ópera prima inquietante y estilizada que retrata, con precisión quirúrgica, la incomodidad y la fragilidad que se ocultan tras las paredes del hogar.

NOTA 7,5/10