miércoles, 25 de junio de 2025

URTAIN, EL IDOLO DE BARRO

Dirección: Xavier Baig y Jordi Rovira  
Guion: Òscar Moreno, Jordi Rovira (co‑escrito)  
Reparto: José Manuel Ibar “Urtain” (material de archivo)
Familiares y allegados: Cándido Ibar, Vanessa Ibar, Marisa García
Expertos y testigos: Alfredo Relaño, Iñaki Perurena, Alfredo Evangelista, Jaime Ugarte, Manel Berdonce, Manolo del Río, Nino Jiménez, Alfredo Evangelista, Marcos García Montes
Fotografía: Xavier Baig  
Montaje: Xavier Baig y Òscar Moreno  
Distribuidora: Twelve Oaks Pictures 
Año: 2024
Título; Urtain El Ídolo De Barro 
Estreno En España: Ya en plataformas RTVE PLAY
Género: Documental,   Drama 
Duración: 74 Minutos 

ARGUMENTO 
Un retrato íntimo y profundo de José Manuel Ibar “Urtain”, desde su llegada al boxeo tras ser campeón de levantamiento de piedras en el País Vasco, su meteórico ascenso como “ídolo nacional” bajo la dictadura, hasta su trágica caída en el olvido y la autodestrucción que culminaron en su suicidio en 1992

CRÍTICA 
Hay documentales que se conforman con narrar una historia. Y luego están los que, como Urtain, el ídolo de barro, escarban en la memoria colectiva hasta encontrar el eco de un tiempo que se resiste a ser olvidado. Jordi Rovira y Xavier Baig firman una obra sólida, compacta y emocionalmente devastadora sobre la figura trágica de José Manuel Ibar, más conocido como Urtain, un púgil que lo tuvo todo para triunfar y terminó devorado por el personaje que lo encumbró

Desde su irrupción meteórica en el boxeo español en los años setenta hasta su caída en picado, el documental no se limita a recorrer los éxitos deportivos de Urtain, sino que los contextualiza en una España en blanco y negro que ansiaba ídolos mientras los exprimía sin piedad. Urtain no sólo subía al ring para boxear: era símbolo, escaparate, carne de prensa y víctima. Y esta cinta sabe transmitirlo con precisión quirúrgica.

Rovira y Baig construyen su relato con inteligencia. Combinan material de archivo, testimonios directos, crónicas deportivas y una narración que evita el sensacionalismo y opta por la empatía.Con un montaje dmcertero: fluye con ritmo, sin aspavientos, permitiendo que el espectador respire entre asalto y asalto. La música es sutil pero cargada de intención, acompaña con respeto una historia que no necesita subrayados.

Lo que convierte a Urtain, el ídolo de barro en una obra destacable dentro del documental deportivo español no es sólo su calidad técnica, sino su capacidad para explorar las contradicciones de un país y de una época a través del retrato de un hombre roto. Urtain fue campeón, sí, pero también fue utilizado, manipulado, olvidado. Y este documental, como quien devuelve la dignidad robada, le da voz a sus silencios.

No faltan los paralelismos con aquel Urtain teatral que interpretó Roberto Álamo sobre las tablas hace unos años. Pero aquí el enfoque es más periodístico, más austero, más pegado a la tierra que pisaba el boxeador vasco. El resultado es un filme profundamente humano que pone al espectador contra las cuerdas, como si cada golpe que recibió Urtain en el cuadrilátero se convirtiera, ahora, en un puñetazo a nuestra conciencia.

Urtain, el ídolo de barro no es sólo un documental sobre boxeo. Es el retrato de un país que quiso héroes de barro y los dejó caer cuando dejaron de servir. Una obra necesaria, sobria y emocionante que nos recuerda que, tras el mito, siempre hay un hombre. Y a veces, como en este caso, un hombre que no supo cómo bajar del ring.

NOTA 7/10


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.