viernes, 27 de junio de 2025

CÓNCLAVE

Dirección: Edward Berger
Guion: Peter Straughan (basado en la novela de Robert Harris)
Reparto: Ralph Fiennes, John Lithgow, Stanley Tucci, Lucian Msamati, Sergio Castellitto, Carlos Diehz, Brían F. O’Byrne
Música: Volker Bertelmann
Fotografía: Stéphane Fontaine
Montaje: Valerio Bonelli
Distribuidora: DeaPlaneta 
Año: 2024
Título Original:  Cónclave 
Estreno En España: 21/12/24 En cines y 27/06/25 En plataformas Movistar +
Género: Thriller,  Drama 
Duración: 105 Minutos 

ARGUMENTO 
Tras la inesperada muerte del Sumo Pontífice, el cardenal Lawrence es designado como responsable para liderar uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo: la elección de un nuevo Papa. Cuando los líderes más poderosos de la Iglesia Católica se reúnen en los salones del Vaticano, Lawrence se ve atrapado dentro de una compleja conspiración a la vez que descubre un secreto que podría sacudir los cimientos de la Iglesia

CRÍTICA 
Estamos ante una película de fe, la fe como escenario  de intriga, Cónclave es un thriller del alma y el poder. 
Edward Berger, director que ya nos estremeció con Sin novedad en el frente, regresa con una propuesta muy distinta pero igual de sólida en lo formal: Cónclave, una suerte de thriller político-religioso que se adentra sin miedo en los muros del Vaticano para revelarnos no solo los secretos de una institución milenaria, sino también las flaquezas humanas que se esconden bajo los ropajes cardenalicios.

La historia arranca con la muerte del Papa y la convocatoria del cónclave, ese proceso hermético en el que los cardenales del mundo se encierran —literalmente— para elegir al nuevo sumo pontífice. Berger se centra en la figura del cardenal Lomeli, interpretado con el habitual aplomo de Ralph Fiennes, quien actúa como Decano del Colegio Cardenalicio y se ve envuelto, casi sin quererlo, en una investigación interna que amenaza con hacer tambalear no solo la elección papal, sino las propias estructuras de la Iglesia.

Lo que a priori podría parecer una propuesta densa o reservada a espectadores de sensibilidad religiosa, se transforma, bajo la dirección precisa y elegante de Berger, en un absorbente ejercicio de tensión dramática. El guion de Peter Straughan, adaptando la novela de Robert Harris, dosifica la información con sabiduría, evitando el sermón para apostar por la intriga, la sospecha y los giros inesperados. Aquí hay más de El nombre de la rosa o incluso de Todos los hombres del presidente que de cine confesional.
El gran mérito de Cónclave es su capacidad para mantener la tensión sin caer en lo efectista. Berger confía en los silencios, en las miradas, en la sobriedad de los decorados y en una puesta en escena que huele a incienso y poder. La fotografía de Stéphane Fontaine acentúa el juego de luces y sombras —físicas y morales—, mientras que la música de Volker Bertelmann, contenida pero penetrante, subraya sin subrayar

El reparto es otro de los grandes aciertos. Fiennes está soberbio, construyendo un personaje atormentado, honesto, pero también vulnerable. A su lado, figuras como Stanley Tucci o John Lithgow dan empaque a una historia coral que nunca pierde el foco. El filme se guarda un as en la manga para su último acto, un giro que reconfigura el relato sin traicionar su lógica interna y que eleva aún más la propuesta.

Cónclave es, en definitiva, una joya discreta, de esas que se estrenan sin hacer ruido pero que merecen ser descubiertas. Un thriller pausado, inteligente y elegante que demuestra que el cine todavía puede explorar nuevos caminos incluso en escenarios tan antiguos como la Iglesia. Como espectador, uno sale con la sensación de haber asistido a un espectáculo de palabras y silencios, de poder contenido y fe cuestionada. Y eso, en los tiempos que corren, no es poco.

NOTA: 8/10





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