Dirección: Zoljargal Purevdash
Guion: Zoljargal Purevdash
Reparto: Battsooj Uurtsaikh, Nominjiguur Tsend, Tuguldur Batsukh, Batmandakh Batchuluun
Fotografía: Amine Berrada
Música: Johanni Curtet
Distribuidora: Surtsey Films
Año: 2023.
Título Original: Baavgai Bolohson
Estreno En España: 30/05/25
Género: Drama, Autor
Duración: 98 minutos
ARGUMENTO
Ulzii, un adolescente pobre pero orgulloso, está decidido a ganar un concurso de Física para conseguir una beca. Pero su madre, analfabeta, encuentra un trabajo en el campo y le deja con sus hermanos en pleno invierno.
CRÍTICA
Si Yo Pudiera Hibernar es una crónica de una dignidad resistentev, una reflexión sobre las situaciones que vivimos y las que tenemos que elegir aunque no ses lad que deseemos A veces, la pobreza en el cine es una postal gastada. Una fórmula. Una excusa para llanto fácil. Pero Si yo pudiera hibernar, ópera prima de Zoljargal Purevdash, no cae en ese pozo. Se asoma, sí. Lo contempla. Pero en vez de revolcarse en la tragedia, escoge la vía del respeto. Elige mirar desde la cercanía, sin explotar ni forzar. un gesto de valentía
En un barrio periférico de Ulán Bator, en ese invierno que parece eterno y que, sin embargo, no logra congelar del todo la esperanza, vive Ulzii, un adolescente con un sueño insólito para su entorno: presentarse a un concurso de física. No se trata de una quimera abstracta, sino de una vía concreta para lograr una beca, una salida. Un escape. Pero la realidad pesa más que la entropía: su madre se marcha a trabajar fuera, y él queda al cuidado de sus hermanos pequeños. Las ecuaciones se complican.
Zoljargal Purevdash filma con ternura pero sin edulcorar. No esconde la dureza del contexto: pobreza extrema, frío que corta la piel, decisiones imposibles. Pero le otorga a su protagonista —extraordinario el joven Battsooj Uurtsaikh, natural, sin impostura— una dignidad que conmueve. No hay heroicidades impostadas. Hay supervivencia. Y sobre todo, hay inteligencia emocional: el relato no acusa, no juzga, no dramatiza más de lo necesario.
La cámara, muchas veces estática, se convierte en testigo silencioso de rutinas precarias, de momentos mínimos donde asoma una humanidad que abriga más que cualquier estufa rota. La fotografía de Amine Berrada, con sus tonos azulados y su manejo de la luz natural, contribuye a esa sensación de invierno perpetuo en el que, paradójicamente, late la esperanza
Uno podría temer un tono miserabilista, pero Si yo pudiera hibernar lo esquiva con habilidad. Hay humor, aunque apenas esbozado. Hay ternura, pero sin chantaje. Hay drama, pero sin trampa. Purevdash construye una historia que podría parecer pequeña, pero que en su honestidad alcanza una estatura considerable.
La película se inscribe dentro de esa línea del cine social asiático que tan bien sabe contar desde el margen: sin aspavientos, sin necesidad de subrayados. La metáfora de la hibernación funciona no solo como anhelo del protagonista —ese deseo de suspender el dolor, de pausar el sufrimiento— sino como símbolo de un país atrapado entre la tradición y la modernidad, entre la memoria soviética y el capitalismo desigual..Y sin embargo, lo que queda, cuando se apagan los créditos, no es tanto el frío ni la tristeza, sino la luminosa persistencia de un joven que no renuncia a pensar. A imaginar un futuro distinto. A resolver, en última instancia, la ecuación de su vida.
Quizá todos queramos hibernar a veces. Para evitar el dolor, para escapar del peso del día a día. Pero esta película nos recuerda que hay quienes no pueden darse ese lujo. Y aun así, siguen. Piensan. Aman. Luchan. Si yo pudiera hibernar no es solo una historia de superación; es una lección de resistencia silenciosa. Y de esas, el cine necesita muchas más.
NOTA 6 5/10
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