jueves, 29 de mayo de 2025

ERASE UNA VEZ MI MADRE

Dirección: Krn Scott
Guion: Krn Scott, Roland Pérez
 Reparto :Leïla Bekhti, Jonathan Cohen, Joséphine Japy,  Sylvie Vartan, Jeanne Belibar , Anna Le Vy,
Fotografía: Guillaume Schiffman
Música Nicolas Errera
Distribuidora  A Contracorriente 
Año: 2025
Título OriginalMa mère, Dieu et Sylvie Vartan
Estreno En España: 30/04/25
Género: Drama,  Comedia 
Duración 99 Minutos 

ARGUMENTO 
París, 1963. Roland, el menor de una familia de seis hermanos, sufre una malformación en un pie. Según los médicos nunca podrá caminar, pero su testaruda madre, Esther, simplemente se niega a aceptarlo. Mediante una combinación de fe inquebrantable y negación excepcional, la mujer está decidida a desafiar cualquier adversidad para conseguir que su hijo sea feliz.

CRÍTICA 
Divertida y conmovedora, “Érase una vez mi madre” está basada en la historia real del abogado y tertuliano de radio y televisión Roland Perez. Su best seller autobiográfico 'Mi madre, Dios y Sylvie Vartan', adaptado ahora a la gran pantalla, cuenta cómo la madre de Roland luchó para que su hijo, el menor de seis hermanos y nacido con un problema motriz, pudiera caminar con normalidad. Hasta el punto de sacarlo de la escuela y enseñarle a leer y escribir en casa con la ayuda de las canciones de Sylvie Vartan. La película cuenta con la participación excepcional de la célebre cantante pop y actriz Sylvie Vartan, interpretándose a sí misma.

Hay películas que tienen todos los ingredientes para conmovernos: una historia real, una lucha personal, un héroe cotidiano y una madre coraje. Y sin embargo, Érase una vez mi madre de Ken Scott —que adapta la vida del periodista Roland Pérez, nacido con una parálisis motriz— termina siendo más eficaz sobre el papel que en la pantalla. No porque su historia no merezca ser contada, sino porque la forma de contarla cae en los peores tics de un personaje académico y precipitado.

La película arranca con fuerza, casi atropelladamente, como si quisiera quitarse de encima el relato más interesante cuanto antes. En lugar de construir desde la pausa y la emoción contenida, el montaje impone un ritmo trepidante, más cercano a una ficción televisiva que a una obra cinematográfica con poso. Cada escena parece querer decir demasiado en muy poco tiempo, y lo que se pierde por el camino es la autenticidad emocional.
Lo más desconcertante es cómo una historia tan poderosa —la de un niño al que le dijeron que no podría caminar ni estudiar, y que gracias al amor incondicional de su madre consigue convertirse en abogado y periodista— se torna previsible, funcional, sin sorpresa. El guion no arriesga ni estilística ni narrativamente, y lo que debería estremecer se nos da mascado, subrayado y hasta recalcado. Todo está tan planificado que no deja hueco a que el espectador respire.

Ahora bien, si hay algo que sostiene la película incluso en sus momentos más mecánicos, es la interpretación de Leïla Bekhti. La actriz franco-argelina está fantástica como esta madre indomable, mezcla de ternura, dolor y rabia. Ella le da cuerpo y alma al personaje, lo humaniza más allá del guion, y nos recuerda que incluso en un relato fallido puede emerger la verdad si alguien sabe mirar de frente al sufrimiento. Eso sí, su arco final —en el que el drama se torna casi histriónico— hace que la película se le escape de las manos, como si el tono ya no supiera hacia dónde dirigirse.

Érase una vez mi madre no es una mala película, pero sí una película fallida. Su empeño por conmover termina por diluir lo verdaderamente conmovedor. Se agradece el testimonio, se admira la lucha, pero se echa de menos cine. Cine que no tenga miedo a detenerse, a mirar, a contar sin gritar. Erase Una Vez Mi Madr lleva demasiado ritmo para una historia que pedía silencio. Leïla Bekhti brilla, pero el guion no la acompaña.”

NOTA 6/10


AUDIO DE LA CLAQUETA CRÍTICA DE ERASE UNA VEZ MI MADRE


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