lunes, 8 de diciembre de 2025

SPEAK NO EVIL (2022)

Director: Christian Tafdrup. 
Guion: Christian Tafdrup, Mads Tafdrup. 
Reparto: Morten Burian,Sidsel Siem Koch, Fedja van Huêt,Karina Smulders, Liva Forsberg., Marius Damslev,Hichem Yacoubi, Lea Baastrup Rønne, Jesper Dupont, Sieger Sloot
Productor: Jacob Jarek..
Música: Sune Kølster
Fotografía:.Erik Molberg Hansen. 
Montaje: Nicolaj Monberg.
Distribuidora: Shudder 
Año: 2022
Título Original: Gæsterne
Estreno En España : en plataformas AMC Plus y Planet Horror 
Género: Drama  Thriller 
Duración: 97 Minutos 

ARGUMENTO 
: Unas vacaciones en la Toscana hacen que una familia danesa conecte con otra neerlandesa; meses después aceptan una invitación para pasar un fin de semana en la casa de campo de los anfitriones. Lo que empieza como reencuentro cordial deriva en malentendidos que se van intensificando hasta dejar a la familia danesa atrapada en una casa de la que desearían no haber entrado.

CRÍTICA 
Desde su presentación en Sitges, Christian Tafdrup dejó clara su intención: quería rodar la película más terrorífica realizada jamás en Dinamarca. Y uno podrá discutir si lo ha conseguido o no, pero lo que resulta indiscutible es que pocas películas recientes dejan un cuerpo tan malherido tras su visionado. Speak No Evil es de esas propuestas que te obligan a ver la pantalla retorciéndote en la butaca, porque Tafdrup no concede un solo segundo de respiro. El resultado es un filme que se instala en la incomodidad como si fuera su terreno natural, sumergiendo al espectador en una tensión que no deja de crecer hasta límites que, créanme, es mejor descubrir por uno mismo.

La historia parte de una premisa tan cotidiana como peligrosa: dos familias —una danesa y otra neerlandesa— se conocen durante unas vacaciones en la Toscana y, meses después, los segundos invitan a los primeros a pasar un fin de semana en su casa de campo. Un gesto inocente, amable, casi entrañable. O al menos eso parece. Porque Speak No Evil se construye desde la educación mal entendida, la incomodidad silenciosa y la imposibilidad de decir “no” incluso cuando todo grita que deberíamos hacerlo. Tafdrup juega magistralmente con este concepto, llevando a los personajes —y con ellos al espectador— a un territorio donde la amabilidad se convierte en trampa, y donde cada gesto esconde un filo más afilado que el anterior

La película se erigió rápidamente como una de las más esperadas del Festival de Sitges 2022, y no defraudó. Más bien lo contrario: fue una de las cintas más comentadas, más celebradas y más temidas de la edición. El público salió encantado… y también asustado. Esa mezcla es justo el núcleo del terror psicológico puro: lo que te atrapa mientras lo odias, lo que te fascina mientras deseas mirar hacia otro lado. Y si Speak No Evil funciona tan bien es, en parte, por las magníficas interpretaciones de su reparto, capaces de transmitir el miedo sin necesidad de subrayarlo, de sostenerlo en una mirada, en un silencio incómodo, en una sonrisa que no termina de serlo.

Una de las anécdotas más curiosas de su rodaje tiene que ver con el propio Christian Tafdrup. El director confesó que, durante la escritura del guion, muchas escenas le producían tal angustia que tenía que levantarse de la mesa y caminar por la habitación antes de seguir escribiendo. No quería suavizar nada, no quería ser complaciente. Su objetivo era incomodar tanto como a él mismo, y eso, trasladado a la pantalla, se siente en cada minuto del metraje. De hecho, varios miembros del equipo reconocieron después que ciertas secuencias fueron tan emocionalmente intensas que necesitaron pausas más largas de lo habitual para “soltar” lo que acababan de rodar.

Con Speak No Evil, Tafdrup no solo ofrece un ejercicio de terror psicológico impecable, sino que firma una de las experiencias cinematográficas más angustiosas de su año, una película que se queda adherida a la piel y que continúa respirando dentro de uno mucho después de que aparezcan los créditos finales. Solo por eso, ya merece un visionado. Para mí, un visionado obligado..

Una obra retorcida, punzante y absolutamente devastadora. Y sí: quizá no sepamos si es la más terrorífica jamás hecha en Dinamarca… pero desde luego es una de las que más daño emocional deja a su paso. Eso ya es un logro en sí mismo.

NOTA 8,5/10

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