KONTINENTAL 25

Dirección: Radu Jude. 

Guion: Radu Jude. 

Reparto: Eszter Tompa.Gabriel Spahiu.Adonis Tanța,,Șerban Pavlu.,Oana Mardare.,Annamária Biluska.,Adrian Sitaru,,Marius Damian,Nicodim Ungureanu.,Ilinca Manolache,Dan Ursu.Vlad Semenescu, Daniel Paleacu., Theodor Graur.Marius Panduru

Fotografía:Marius Panduru. 

Música: Matei Teodorescu. 

Montaje : Cătălin Cristuțiu.

Distribuidora: Atalante

Año: 2025

Título Original :Kontinental ’25

Estreno En España: 12/12/25

Género: Drama,  Comedia 

Duración: 106 Minutos 

ARGUMENTO 

Orsolya es alguacila en la ciudad de Cluj, en Transilvania. Fiel a su cargo, debe ejecutar el desahucio de un hombre sin techo que vive en el sótano de un edificio del centro destinado a convertirse en un hotel de lujo. Pero un suceso inesperado la confronta de pronto con sus propias contradicciones desencadenando en ella una profunda crisis moral.

CRÍTICA 

Radu Jude sigue fiel a su forma de entender el cine: provocadora, incómoda y siempre con ese tono de sátira europea que parece mirarnos desde un espejo deformado… pero preciso. Kontinental ’25 arranca con un episodio tan brutal como cotidiano —el suicidio de un hombre sin techo tras ser desalojado—, y a partir de ahí Jude nos propone un recorrido moral a través de la figura de Orsolya, una alguacila que intenta recomponer su conciencia mientras divaga, conversa y se pierde en discusiones con familiares, conocidos y todo aquel que se cruza en su camino. En esas charlas, unas más afiladas que otras, la película traza un mapa emocional y social de una Europa que ya no sabe muy bien qué quiere ser.

Jude vuelve a apoyarse en su humor incómodo, casi absurdo, ese que descoloca al espectador a base de silencios larguísimos, situaciones triviales convertidas en debates casi metafísicos y un costumbrismo que se mueve entre la ironía y la desesperación. Hay momentos en los que la película funciona como un dardo, certero, directo; y otros en los que la reiteración pesa más de la cuenta y uno tiene la sensación de estar escuchando variaciones de la misma conversación. Aun así, Jude consigue que cada diálogo revele un pedazo de esa sociedad europea que, como bien apunta el filme, parece cada vez más perdida entre burocracias, discursos vacíos y un individualismo que se ha comido cualquier atisbo de empatía.

Kontinental 25 nos lleva a un  viaje moral: Orsolya, tras ejecutar el desahucio de un hombre que vivía en un sótano destinado a convertirse en un hotel de lujo, se enfrenta de golpe a sus contradicciones. 

Kontinental ’25 no trata tanto de ese suceso inicial como de las grietas que deja en ella. Y en ese sentido, es un filme que se cuece a fuego lento, lleno de pequeñas conversaciones que funcionan como microrretratos de un país, de una región, de un continente entero.

Uno de los aspectos más llamativos —y que Jude ya ha utilizado en otras ocasiones— es la decisión de rodar la película íntegramente con un iPhone. Una apuesta estética que busca dar inmediatez, cierto aire documental y la sensación de que acompañamos a la protagonista casi en primera persona. 

Curiosamente, en una entrevista del equipo se comentó que Jude obligó a repetir varias escenas no porque los actores fallaran, sino porque la batería del móvil se apagaba en mitad de los planos largos, lo cual provocó un auténtico via crucis logístico en algunos días de rodaje. Una anécdota muy en la línea de ese cine minimalista, improvisado y libre que el director defiende.

En definitiva, Kontinental ’25 es un filme interesante, valiente y plenamente coherente con la filmografía de Jude, aunque quizá no sea de los que permanecen mucho tiempo en la retina del espectador. Su discurso es punzante, sí; su tono es ácido y necesario, también; pero su estructura fragmentada y la acumulación de diálogos hacen que, por momentos, el impacto se diluya. Aun así, es una propuesta que invita a la reflexión y que confirma que Radu Jude sigue siendo una de las voces más singulares del cine rumano y europeo actual.

NOTA 6/10