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sábado, 22 de noviembre de 2025

WICKED II

Dirección: Jon M. Chu.
Guion: Winnie Holzman,Dana Fox,Stephen Schwartz Basado en: El musical Wicked (música y letra de Stephen Schwartz) y la novela Wicked: The Life and Times of the Wicked Witch of the West de Gregory Maguire. 
Música: John Powell composiciones de Stephen Schwartz por el musical
Fotografía: Alice Brooks. 
Montaje: Myron Kerstein. 
Distribuidora: Universal 
Año: 2025
Título Original Wicked: For Good
Estreno En España; 21/11/25
Género: Aventuras,  Músical 
Duración: 137 Minutos 

ARGUMENTO 
Con el laureado director Jon M. Chu de nuevo al mando del espectacular elenco de la primera parte, encabezado por las superestrellas nominadas al Oscar® Cynthia Erivo y Ariana Grande, el capítulo final de la historia jamás contada de las brujas de Oz comienza con Elphaba y Glinda distanciadas y viviendo las consecuencias de sus respectivas decisiones

CRÍTICA 
Si algo deja claro Wicked II desde su primer plano es que Jon M. Chu no ha venido a contenerse. El director apuesta por un filme lleno de colorido, exuberante en cada esquina, con una puesta en escena tan milimétrica como apabullante. Para bien y para mal. Porque aquí el espectáculo no acompaña a la historia: la devora. En esta segunda parte —Elphaba y Glinda separadas, obligadas a enfrentarse a las consecuencias de sus decisiones—, uno esperaba una mayor hondura emocional, un crescendo dramático capaz de equilibrar tanto brillo. Pero Wicked II opta por la vía más ruidosa: luces, coreografías y canciones elevadas al cuadrado.

En ese sentido, hablamos de un musical demasiado apabullante, de esos que quieren deslumbrar a cada minuto. Y, como suele ocurrir cuando todo es grande, lo pequeño —la emoción, los matices— queda relegado a un segundo plano. El duelo interpretativo entre las dos protagonistas, que debería ser el corazón de la película, funciona a ratos, con momentos potentes pero también otros en los que la química se resiente y el interés se diluye entre tanto artificio visual. Chu dirige el conflicto con precisión, sí, pero sin la cercanía que la historia reclama.

El gran problema de Wicked II es su duración excesiva, un metraje estirado que se siente más como una obligación industrial que como una necesidad narrativa. El filme pretende ser el capítulo definitivo, el desenlace épico, la pieza que cierre lo que la primera parte dejó en alto, pero termina resultando más de lo mismo, una prolongación que repite virtudes y defectos sin aportar un verdadero salto emocional. Los amantes del musical estarán en su salsa —visual, sonora y emocionalmente—, pero los demás pueden acabar mirando el reloj y deseando que la escoba aterrice de una vez..

Como curiosidad, durante el rodaje se mantuvo el mismo equipo artístico y técnico de la primera parte, y varias escenas tuvieron que rehacerse porque Ariana Grande y Cynthia Erivo rompían constantemente a reír durante las largas sesiones de ensayo, especialmente en los números más solemnes. Una anécdota simpática que demuestra la química fuera de cámara… aunque en pantalla no siempre se traduzca con la misma intensidad.

En definitiva, Wicked II es un producto diseñado por y para devotos del musicalde Broadway , un espectáculo en mayúsculas que cumple su objetivo de deslumbrar, pero que olvida que la magia más duradera no sale de los focos, sino de los personajes. Y aquí, entre tanto exceso, cuesta verlos

NOTA5/10

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