Paginas

sábado, 18 de octubre de 2025

DEAD LOVER

Director: Grace Glowicki 
Guion; Grace Glowick, Ben Petrie 
Reparto: Grace Glowicki,Ben Petrie,Leah Doz,Lowen Morrow 
Productores: Grace Glowicki, Ben Petrie, Yona Strauss 
Fotografía:Rhayne Vermette 
Montaje: Lev Lewis 
Música: U.S. Girls 
Diseño de producción: Becca Brooks Morrin 
Vestuario: Courtney Mitchell 
Maquillaje:Joseph Hinds, Samantha Breault
Distribuidora:Sin Distribuidora 
Año: 2025
Título Original: Dead Lover
Estreno En España: 10/10/25 en Festival de Sitges 
Genero: Comedia  Terror 
Duración;86 Minutos 

ARGUMENTO .
Una sepulturera solitaria que apesta a cadáveres conoce por fin al hombre de sus sueños, pero su apasionado romance se ve truncado cuando él se ahoga trágicamente en el mar. Desconsolada, hace todo lo posible por resucitarlo mediante locos experimentos científicos, lo que provoca graves consecuencias y un amor improbable.

CRÍTICA 
Hay películas que nacen de la pasión y otras del capricho. Dead Lover, dirigida por la canadiense Grace Glowicki, parece pertenecer a la segunda categoría. Concebida como una reinterpretación feminista del mito de Frankenstein, el filme se construye con una austeridad extrema —apenas hay decorados, todo se desarrolla en un fondo negro que pretende ser alegoría y termina siendo agotamiento visual—. Glowicki nos propone una historia sobre una mujer que, incapaz de aceptar la pérdida, decide crear su propio amante resucitado. Una premisa que, sobre el papel, podría haber sido interesante si no fuera porque su ejecución roza el disparate.

El problema no es tanto la falta de medios —la propia directora ha reconocido que el rodaje se hizo “con cuatro duros” y con un equipo mínimo en un estudio alquilado por horas—, sino la ausencia total de ritmo, emoción o sentido del humor. Lo que debía ser una revisión grotesca y feminista del monstruo de Mary Shelley se convierte en una sucesión de escenas absurdas, teatralizadas hasta la extenuación, donde lo grotesco no incomoda ni provoca, sino que aburre y avergüenza. El espectador, perdido entre monólogos sin dirección y silencios eternos, asiste a un ejercicio de “cine de arte y ensayo” que confunde lo experimental con lo torpe.

Ni siquiera su paso por el Festival de Sitges logró salvarla del naufragio: el público, siempre entusiasta y abierto a las propuestas más arriesgadas, se mostró visiblemente incómodo y, en muchos casos, aburrido hasta el extremo. Pocas veces una proyección enla sala Tramuntana ha generado tanto silencio incómodo y alguna que otra risa nerviosa.

Resulta curioso que Glowicki, que en entrevistas ha citado a Peter Greenaway y Derek Jarman como influencias, haya optado por un planteamiento tan vacío. Ni la iluminación (o mejor dicho, su ausencia), ni la dirección actoral logran transmitir la mínima intención de inquietud o ironía. Todo parece improvisado, sin alma ni propósito.

Durante su presentación en el Festival de Slamdance, la directora comentó entre risas que el “set” más caro fue una sábana negra comprada en un bazar local. La anécdota, graciosa en sí, resume perfectamente lo que Dead Lover ofrece: un proyecto tan pobre en medios como en ideas.

Dead Lover es una de esas películas que quieren ser transgresoras y acaban siendo inofensivas. Un filme grotesco, sin gracia, que convierte el mito de Frankenstein en una parodia involuntaria. El resultado: un experimento que, más que revivir al monstruo, termina por enterrarlo definitivamente.
Un delirio sin rumbo que aburrió y mucho al público de Sitges.

NOTA 3/10





.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.