Dirección Kavery Dutta Kaul
Guion : Kavery Dutta Kaul
Reparto: Documental
Producción Riverfilms
Fotografía: Don Lenzer, Alicia Weber
Montaje: Kavery Dutta Kaul
Distribuidora: Atalante.
Año: 1991
Título Original: One Hand Don't Clap
Estreno En España: 19/09/25
Género: Documental Müdical
Duración: 91 Minutos
ARGUMENTO
Una estimulante e irreverente celebración de la música calipso, que viaja desde los estudios de Nueva York hasta las calles en el Carnaval de Trinidad y Tobago. De la mano de las leyendas Lord Kitchener y Calypso Rose, que nos deleitan con los ritmos contagiosos del icónico género musical trinitense.
CRÍTICA
Hay documentales que se disfrutan más con el cuerpo que con la mente, y One Hand Don’t Clap, restaurado ahora en 4K, es uno de ellos. La directora Kavery Kaul nos propone un viaje lleno de simpatía y energía que nos traslada a través de la música calypso a una época en la que todo sonaba a descubrimiento, ritmo y celebración. Y lo hace apoyándose en dos gigantes del género: Lord Kitchener y Calypso Rose, que desde los estudios de Nueva York hasta el estallido del Carnaval de Trinidad y Tobago nos hacen entender por qué esta música se convirtió en una forma de identidad y resistencia cultural.
El documental, con un montaje vivo y cercano, recupera imágenes de los años 40 y las pone en diálogo con interpretaciones y recuerdos de los protagonistas. No estamos ante una lección de historia académica, sino ante un retrato que se ve con una sonrisa, que contagia y que nos invita, literalmente, a bailar en la butaca.
OnecHand Don't Clap es una “estimulante e irreverente celebración del calipso” y pocas veces un texto promocional refleja con tanta precisión lo que se siente frente a la pantalla.
Kaul consigue un tono fresco, sin imposturas, y deja que los músicos hablen, canten y se expresen. En ese sentido, el trabajo de Calypso Rose es memorable: no solo por la fuerza de sus actuaciones, sino porque durante el rodaje improvisó más de una vez, aportando versos espontáneos que el equipo decidió mantener, sabiendo que ahí estaba la verdadera esencia del calypso. Esa naturalidad le da al filme un aire casi festivo, de celebración compartida.
Lo mejor de esta recuperación en 4K es que no solo preserva un pedazo de memoria musical, sino que lo revitaliza para nuevas generaciones. One Hand Don’t Clap no es un documental para ver en silencio reverencial; es una experiencia para sentir, para dejarse llevar y, por qué no, para acabar tarareando y moviéndose al ritmo de una música que, más allá del tiempo, sigue latiendo con la misma fuerza.
Un título imprescindible para quienes aman la música, pero también para quienes buscan entender cómo el arte puede convertirse en bandera de una cultura.
NOTA 6,5/10
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