Dirección: Emmanuel Mouret
Guion: Carmen Leroi, Emmanuel Mouret
Reparto: Camille Cottin, Sara Forestier, India Hair, Damien Bonnard, Grégoire Ludig, Vincent Mecaigne, Éric Caravaca...
Fotografía: Laurent Desmet
Música: Benjamin Esdraffo
Montaje: Martial Salomon
Producción: Frédéric Niedermayer
Distribuidora: La Aventura
Año: 2024
Título Original Trois Amies. Estreno En España: 11/07/25
Género: Drama, Comedia
Duración: 118 Minutos
ARGUMENTO
Joan ya no está enamorada de Victor y sufre por no estar siendo honesta con él. Alicia, su mejor amiga, la consuela asegurándole que ella misma no siente pasión por su pareja Eric y que eso no impide que su relación vaya viento en popa. Mientras, Rebecca, la tercera amiga, que cree en el amor como una aventura, mantiene una relación con el compañero de Alicia, algo que ella ignora. Cuando Joan decide finalmente dejar a Victor y este desaparece, las vidas y las historias de las tres amigas dan un vuelco.
CRÍTICA
Tras ‘Las cosas que decimos, las cosas que hacemos’ y ‘Crónica de un amor efímero’ el director Emmanuel Mouret sigue perfeccionando el arte de la comedia romántica en ‘Tres amigas’, candidata al León de oro y una de las grandes revelaciones del pasado Festival de Cine de Venecia.
Hay algo en el cine de Emmanuel Mouret que remite con naturalidad al universo de Woody Allen: personajes que se pierden en sus propias palabras, historias de amores cruzados que transitan entre la comedia sofisticada y el drama sentimental, y un uso de la palabra como catalizador del deseo y de la neurosis. Tres Amigas no es una excepción. El director francés nos propone, una vez más, una mirada a las relaciones humanas envueltas en juegos de equívocos, confidencias entre cafés y paseos otoñales, aunque esta vez la ligereza de su propuesta no evita que algunas costuras narrativas queden demasiado a la vista.
La historia sigue a Tres amigas, tres mujeres en la cuarentena que navegan por los altibajos del amor, la amistad y el autoengaño. En sus conversaciones se desgranan teorías sobre la fidelidad, la libertad, la necesidad del otro y ese eterno miedo a estar solas. Mouret, que también firma el guion, se apoya en su talento para los diálogos ágiles y las situaciones que rozan el vodevil, pero a diferencia de otros títulos suyos más redondos como Las cosas que decimos, las cosas que hacemos, aquí la fórmula empieza a mostrar cierta fatiga.
Tres Amigas es una película que se deja ver, que tiene encanto y destellos de ternura, pero también una estructura algo irregular. Hay escenas que se alargan más de lo necesario y un metraje que, con unos buenos veinte minutos menos, habría ganado en ritmo y concisión. Mouret sigue confiando en su elenco coral –como siempre bien elegido– y en una puesta en escena sencilla pero elegante, sin grandes alardes pero con esa calidez que invita al espectador a acomodarse y dejarse llevar.
Lo que realmente lastra la propuesta es su falta de evolución. Los personajes parecen moverse en círculos, atrapados en sus propios diálogos, y aunque ese sea quizás el propósito –mostrar cómo a veces hablamos para no decir nada–, la repetición de ciertos esquemas y conflictos acaba restando frescura al conjunto. Aun así, no se puede negar que hay momentos donde el cine de Mouret brilla: una mirada cómplice, una frase ingeniosa, un silencio que dice más que todo lo anterior.
En definitiva, Tres Amigas es una obra menor dentro de la filmografía de Mouret, un ejercicio de estilo que no desentona pero tampoco deslumbra. Una comedia francesa amable, ligera, que gustará a los aficionados al cine de relaciones y palabras, aunque con la sensación de que hemos visto esta historia –y contada por el propio director– de forma más inspirada en otras ocasiones.
NOTA 6/10
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