Director Clint Eastwood (EE.UU.)
Guion Jonathan Abrams
Reparto Nicholas Hoult, Toni Collette J. K. Simmons, Kiefer Sutherland, Chris Messina, Gabriel Basso, Leslie Bibb, Zoey Deutch, Cedric Yarbrough
Productores Clint Eastwood, Tim Moore, Jessica Meier, Adam Goodman, Matt Skiena
Música Mark Mancina
Fotografía Yves Bélanger
Montaje Joel Cox y David Cox
Distribuidora: Warner
An̈o; 2024
Título Original: Juror #2
Estreno En España 31/10/24 en cines .20/12/24 en MAX y 20/06/25 en Movistar +
Género: Drama, Thriller.
Duración: 114 Minutos
ARGUMENTO
Justin Kemp, un hombre de familia, mientras forma parte de un jurado en un juicio por asesinato, se encuentra luchando con un serio dilema moral... uno que podría utilizar para influir en el veredicto del jurado y potencialmente condenar (o liberar) al asesino acusado
CRÍTICA
Jurado Número 2 es un filme lleno de tensión moral desde el primer fotograma
Con la maestría clásica que define su cine, Clint Eastwood nos sumerge en un thriller judicial que no necesita explosiones ni golpes de efecto: la claustrofobia y la tensión se imponen desde el silencio.
Siguiendo el testigo de Doce hombres sin piedad, la película construye su pulso narrativo en la sala de deliberaciones... pero aquí el peso lo carga una culpa oculta, un secreto mortal.
Hay películas que llegan para sacudirte desde el primer minuto. Otras, en cambio, lo hacen en silencio, con el paso contenido del cine sobrio, clásico, sin alardes, donde cada plano está al servicio de una historia y no al revés. Jurado Número 2 pertenece a esa segunda categoría. No necesita alzar la voz para que el espectador se quede pegado a la butaca, porque su fuerza nace del conflicto más humano de todos: la culpa.
A sus 94 años, Clint Eastwood vuelve a dirigir con la precisión de un cirujano y la serenidad de quien ya no necesita demostrar nada. Aquí, el suspense se cocina a fuego lento, en una sala de deliberaciones, donde el mayor enemigo no es el fiscal ni el abogado defensor, sino uno mismo.
Estamos ante un thriller moral más que judicial.
El guion de Jonathan Abrams nos introduce en el conflicto de Justin Kemp (magnífico Nicholas Hoult), un hombre aparentemente común, padre a punto de serlo, que oculta un secreto devastador: ha tenido algo que ver en el crimen que ahora debe juzgar como miembro del jurado. ¿Cómo sobrevivir a eso?
¿Cómo mantener el silencio cuando tu conciencia grita más que los alegatos del juicio?
Este dilema sostiene toda la tensión de la película. Eastwood no fuerza los giros de guion ni busca el efectismo: deja que el drama respire, que el espectador lo mastique con calma. Es cine sin trampas. Puro y directo.
El gran acierto del filme está en sus interpretaciones. Hoult abandona cualquier artificio para ofrecernos un personaje vulnerable, quebrado, que transmite el conflicto interno solo con la mirada. Frente a él, Toni Collette vuelve a demostrar por qué es una actriz de registros infinitos: su fiscal Faith Killebrew no es solo la antagonista, es una mujer con principios, dudas, y un inesperado sentido de la empatía.
J.K. Simmons, Kiefer Sutherland y Chris Messina completan un reparto coral con solidez, aunque sus personajes podrían haber tenido más desarrollo. Pero en una película donde el foco está tan centrado en el dilema del protagonista, es comprensible ese desequilibrio.
Desde Mystic River hasta Million Dollar Baby, pasando por Gran Torino o El francotirador, el cine de Eastwood siempre ha girado en torno a la culpa, la redención, el sacrificio. Aquí, una vez más, el director americano plantea preguntas incómodas sin ofrecer respuestas fáciles. ¿Puede un hombre cambiar? ¿Hasta dónde debe llegar la justicia? ¿Qué pesa más, la verdad o la redención?
Con una puesta en escena sobria, sin florituras, y una fotografía de Yves Bélanger que juega con las sombras y la contención, Jurado Número 2 encuentra belleza en la austeridad. La música de Mark Mancina acompaña sin imponerse, marcando los tiempos con respeto y elegancia.
Jurado Número 2 es( casi) una obra maestra, es un testamento coherente de lo que ha sido el cine de
Clint Eastwood: películas hechas desde la honestidad, con personajes que luchan contra sus demonios, donde lo más difícil no es disparar una bala, sino asumir las consecuencias.
Un thriller judicial que se convierte en drama moral. Una historia pequeña que deja huella grande. Y
quizás, el último rugido de un león que, incluso en su ocaso, sigue sabiendo cómo contar una buena historia.
NOTA 9/10
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