jueves, 19 de junio de 2025

28 AÑOS DESPUÉS

Director: Danny Boyle 
Guion: Alex Garland, Danny Boyle
 Reparto:Jodie ComerAaron Taylor‑Johnson, Ralph Fiennes, Jack O’Connell, Alfie Williams, Edvin Ryding, Erin Kellyman
Productores: Danny Boyle, Alex Garland, Andrew Macdonald, Peter Rice, Bernie Bellew
Fotografía: Anthony Dod Mantle 
Montaje: Jon Harris 
Música: Hildur Guðnadóttir y Young Fathers
Distribuidora: Sony
An̈o: 2025
Título Original: 28 Years Later
Estreno En España: 20/06/25
Género: Terror,  Fantástico 
Duración: 115 Minutos 

ARGUMENTO 
Años transcurridos tras los sucesos de "28 semanas después", el virus de la ira ha regresado y un grupo de supervivientes debe sobrevivir en un mundo asolado por hordas de infectados. Rodada con un iPhone 15 Pro Max y con la ayuda de numerosos accesorios especializados.

CRÍTICA 
Han pasado casi tres décadas desde que 28 días después revolucionara el cine de zombis con su estética sucia, frenética y esa sensación de que el fin del mundo no era una fantasía, sino una posibilidad incómodamente tangible. Tras una secuela estimable (28 semanas después) y años de rumores, Danny Boyle vuelve al punto de partida con 28 años después, una tercera entrega que, como su nombre indica, no sólo se sitúa temporalmente muy lejos de aquella infección inicial, sino que también se distancia en tono, forma y fondo..

Boyle no se contenta con repetir la fórmula. Esta vez apuesta por una narrativa aún más desquiciada, 
violenta y nihilista, como si el apocalipsis fuera ahora una rutina, una enfermedad enquistada en el alma humana. La película funciona por acumulación, por inercia, por esa sensación de que todo puede estallar en cualquier momento. Y sí, estalla. Vaya si lo hace

Lo primero que llama la atención es su osadía visual: gran parte del film ha sido rodado con varios iPhone 15 Pro Max —acompañados de accesorios cinematográficos—, un recurso que más allá del marketing, le da una fisicidad cruda a la imagen. Hay momentos donde parece un vídeo casero grabado en mitad del caos, y otros donde Boyle juega con composiciones casi abstractas, como si estuviera filmando una alucinación colectiva más que una película de zombis. El estilo visual, heredero directo de lo que ya exploró con 28 días después, encuentra aquí una nueva capa de intensidad, más agresiva, más espiritual incluso. Porque 28 años después no es sólo una historia de supervivencia: es una elegía sobre lo que queda cuando todo ha muerto, incluso la esperanza

El guion de Alex Garland —de nuevo a bordo— se mueve entre el recuerdo y la renovación. Hay guiños evidentes a las dos anteriores entregas, pero también se cuelan nuevas líneas narrativas más existenciales, casi metafísicas. ¿Qué queda cuando el mundo ha dejado de tener sentido? ¿Dónde se encuentra la fe cuando todo se ha derrumbado? No siempre se responden estas preguntas, pero sobrevuelan el relato con fuerza. Al ser la p
rimera de una trilogía segun palabras del director, ( la segunda entrega nos llega si todo sigue igual a mediados de enero sel 26) seguramente esas dudas se iran despejando

El reparto funciona como columna vertebral de este nuevo descenso al infierno. Jodie Comer, siempre 
magnética, aporta matices a un personaje que podría haberse limitado al arquetipo de madre desesperada. Ella encarna el dolor, la rabia y la dignidad con una contención admirable. A su lado, Aaron Taylor-Johnson sorprende con una interpretación física, impulsiva, que equilibra la brutalidad con una fragilidad soterrada. Ralph Fiennes, por su parte, domina cada plano con una presencia enigmática que encarna a la perfección la ambigüedad moral de este nuevo orden posthumano.

Ahora bien, no todo fluye. 28 años después es una película irregular, con momentos deslavazados y alguna secuencia que bordea el ridículo. Hay decisiones narrativas que desconciertan más que fascinan, y un tercer acto que apuesta por el exceso sin red.La película tiene momentos de irregularidad, es cierto. No todos los tramos funcionan con la misma potencia ni coherencia. Pero hay algo hipnótico en la propuesta: su atmósfera opresiva, su caos orgánico, y sobre todo, esa mezcla entre lo íntimo y lo brutal que tan bien sabe manejar Boyle cuando se lo propone. Pero quizá ahí resida su mayor virtud: en su locura, en su caos, en su capacidad de apostar el todo por el todo sin importar las consecuencias.

No es una película para todos. Ni siquiera para todos los fans de la saga. Pero es, sin duda, una obra valiente, radical, a ratos brillante y profundamente incómoda. Como la vida misma cuando todo lo que conocíamos se ha ido al infierno.

Lo mejor de 28 An̈os Después es sin duda la vuelta de Danny Boyle a su terreno favorito, con riesgo y furia visual .Es verdad que su irregularidad narrativa e incoherencias puede provocar rechazo pero no se puede negar que estamos ante una obra que arriesga y provoca y por eso yo la compro. 28 An̈os Después parece querer reivindicarse cono un título de terror del que todos hablen y seguro que lo consiguen 

NOTA 8/10





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