sábado, 31 de mayo de 2025

VIAJE DE FIN DE CURSO: MALLORCA

Dirección: Paco Caballero
Guion: Eric Navarro, Natalia Durán
Reparto:  Yolanda Ramos, Berta Castañé, Sara Vidorreta, Claudia Roset, Nadia Vilaplana, Diego Garisa, Martí Cordero, Aiden Botía
Producción: Zeta Studios
Productores: Antonio Asensio, Paloma Molina, Xavi Toll
Fotografía: David Valldepérez
Distribuidora: MGM
Año: 2025
Título Original: Viaje De Fin De Curso : Mallorca 
Estreno En España: 30/05/25
Género: Comedia 
Duración: 115 Minutos 

ARGUMENTO 
Año 2021. Tras pasar un año de confinamiento, un grupo de estudiantes de bachillerato y dos profesoras inician un viaje de fin de curso a Mallorca. Este planazo supone la última oportunidad que tienen de estar todos juntos, recuperar el tiempo perdido, poder divertirse como nunca lo han hecho y despedir está loca etapa de sus vidas. Sin embargo, un nuevo brote de coronavirus trunca todos sus planes y les obliga a quedarse encerrados en las habitaciones del hotel. Más de 50 alumnos, 2 profesoras, un hotel y muchos, muchos minibares… ¿Qué podría salir mal

CRÍTICA 
Hay películas que no deberían haber pasado de la servilleta del bar donde se escribieron. Viaje de fin de curso: Mallorca, de Paco Caballero, es una de ellas. Lo que en principio se presenta como una comedia juvenil con aires de desenfreno mediterráneo, termina siendo una especie de reclusión audiovisual: no solo para los personajes —encerrados en un hotel por un brote de COVID—, sino también para el espectador, que sufre durante 115 minutos el encierro narrativo de una historia que no sabe a dónde ir… ni cómo salir de allí.

La premisa podía tener potencial: un grupo de adolescentes atrapados en su hotel durante el esperado viaje de fin de curso, debido a una cuarentena impuesta tras un brote repentino de coronavirus. Pero lo que podría haber sido un retrato generacional sobre la frustración, el encierro o el descubrimiento personal en condiciones extremas, se convierte aquí en un festival de clichés, coreografías absurdas, chistes sin gracia y situaciones que solo tienen sentido si uno ha perdido el juicio… o la esperanza.

Paco Caballero dirige como si tuviera prisa por llegar a ningún sitio. La película avanza a golpe de 
TikTok: ritmo frenético, montaje hiperactivo, momentos diseñados para reels de Instagram más que para una sala de cine. Todo lo que podría haber sido una oportunidad narrativa se reduce a gritos, filtros, pulsos de reguetón y conflictos tan falsos como los decorados del hotel.
El confinamiento, como recurso dramático, se queda en mera excusa para encerrar a los personajes en habitaciones sin alma. No hay tensión, no hay evolución, no hay arco alguno. Los adolescentes no aprenden nada, y lo que es peor: nosotros tampoco. Solo se suceden escenas sin rumbo, juegos banales y una sensación creciente de “¿qué estamos viendo exactamente?

El reparto joven, a pesar de su esfuerzo, naufraga en personajes estereotipados. Nadie destaca, nadie emociona, nadie deja huella. Yolanda Ramos, como profesora acompañante, intenta levantar algo el tono con su presencia siempre magnética, pero su personaje está escrito con la pereza de quien cree que una excentricidad es lo mismo que una personalidad.
Resulta incomprensible que esta película se haya rodado, producido y estrenado. No es solo una cuestión de calidad —que brilla por su ausencia—, sino de sentido. ¿Qué aporta Viaje de fin de curso? 

¿A quién representa? ¿Qué pretende decir? Si el objetivo era entretener, no lo consigue. Si era retratar a una generación, solo logra parodiarla. Y si el fin era dar visibilidad a una experiencia colectiva como el encierro pandémico... más valía no haberlo intentado.

NOTA 1/10









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