Director Óliver Laxe
Guion Óliver Laxe, Santiago Fillol
Reparto: Sergi López; Bruno Núñez (Arjona); Stefania Gadda; Richard “Bigui” Bellamy; Joshua Liam Henderson; Tonin Janvier; Jade Oukid
Producción Coproducción España-Francia; productoras: Filmes Da Ermida, El Deseo, Movistar+, Uri Films, 4A4 Productions
Fotografía Mauro Herce
Montaje Cristóbal Fernández
Música Kangding Ray
Distribuidora; Bteam Pictures
Año : 2025.
Titulo Original: Sirat
Estreno En España: 06/06/25 en cines y 19/09/25 en plataformas Movistar Plus
Género: Drama, Autor
Duración: 110 Minutos
ARGUMENTO
Un hombre (Sergi López) y su hijo (Bruno Núñez) llegan a una rave perdida en medio de las montañas del sur de Marruecos. Buscan a Mar, su hija y hermana, desaparecida hace meses en una de esas fiestas sin amanecer. Reparten su foto una y otra vez rodeados de música electrónica y un tipo de libertad que desconocen. Allí deciden seguir a un grupo de raveros en la búsqueda de una última fiesta que se celebrará en el desierto, donde esperan encontrar a la joven desaparecida
CRÍTICA
Óliver Laxe nunca ha sido un director acomodado ni de caminos fáciles. Con Sirat lo vuelve a demostrar, entregando una película que ha sido aplaudida por su originalidad y su empeño en romper los esquemas tanto narrativos como visuales. Estamos ante un filme que, desde su concepción, nace con vocación de incomodar, de sacudir, de obligar al espectador a adentrarse en un territorio donde las reglas de la narración clásica se desdibujan.
La historia nos sitúa en Marruecos, donde un padre (Sergi López) y su hijo (Bruno Núñez) acuden a una rave en las montañas buscando a Mar, hija y hermana desaparecida hace meses en una de esas fiestas sin final. Entre música electrónica, rostros desconocidos y un ambiente cargado de libertad y excesos, los protagonistas terminan sumándose a un grupo de raveros que se dirigen al desierto, convencidos de que allí tendrá lugar la última gran fiesta y, quizá, el reencuentro con la joven perdida.
La propuesta de Laxe es tan sugerente como desconcertante. Porque si bien el filme arriesga en lo visual y en lo atmosférico, dejando imágenes hipnóticas que se graban en la retina, al rascar en profundidad lo que nos queda es una trama demasiado simple. La película plantea cuestiones interesantes —la pérdida, la búsqueda de sentido, el choque generacional, la espiritualidad escondida en la música—, pero no siempre se detiene a explicarlas o a desarrollarlas, lo que genera más dudas que certezas. Esa apuesta por el misterio y la ambigüedad ha dado pie a polémicas y debates acalorados, convirtiendo Sirat en un título que no deja indiferente a nadie.
En el apartado interpretativo destaca un Sergi López en estado de gracia, capaz de sostener el peso dramático con naturalidad y emoción contenida. Su personaje, un hombre desbordado por la situación pero que no deja de luchar por su hija, se convierte en el auténtico corazón de la película
Gran parte de las escenas se rodaron en raves reales del sur de Marruecos, lo que obligó al equipo a trabajar en condiciones extremas de polvo, calor y falta de sueño. Esa autenticidad se nota en pantalla: el espectador siente que está ahí, en medio de la fiesta, perdido en un torbellino de luces y sonidos.
En definitiva, Sirat es un filme arriesgado, polémico y discutible. Una película que exige del espectador
paciencia y complicidad, que sorprende por su valentía y que, a pesar de sus limitaciones narrativas, confirma a Laxe como un cineasta inclasificable, fiel a su propia voz
NOTA 7/10
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