Dirección: Peter Cattaneo
Guion: Jeff Pope (basado en el libro de Tom Michell)
Reparto: Steve Coogan, Jonathan Pryce, Björn Gustafsson, Vivian El Jaber, David Herrero
Música: Federico Jusid
Fotografía: Xavi Giménez
Montaje: Robin Peters, Tariq Anwa
Distribuidora: Nostromo Films
Año : 2024
Título Original;The Penguin Lessons
Estreno En España; 05/09/25
Género: Drama,Comedia
Duración 111 Minutos
ARGUMENTO
En 1976, Tom Michell (Steve Coogan), un profesor británico cansado de la rutina y desencantado con su vida en Inglaterra, decide emprender un viaje a Argentina para trabajar en una prestigiosa escuela privada. Lo que en un principio parecía una experiencia temporal y algo exótica termina convirtiéndose en una aventura transformadora cuando, durante una excursión a la costa, se topa con un desastre medioambiental: una colonia de pingüinos arrasada por un vertido de petróleo. Entre los cuerpos ennegrecidos descubre a un único superviviente, un ave cubierto de crudo que lucha por mantenerse con vida.
Contra toda lógica, Tom decide rescatarlo, limpiarlo y darle una segunda oportunidad. Lo que no imagina es que el animal, al que bautiza como Juan Salvado, se niega a marcharse y acaba viajando con él hasta el internado donde enseña. La llegada del pingüino, insólita y a la vez entrañable, rompe la rigidez académica del lugar y provoca una auténtica revolución entre alumnos y profesores.
A medida que se gana la simpatía de todos, Juan Salvado se convierte en un símbolo inesperado de esperanza, ternura y resiliencia. Para los estudiantes, representa un recordatorio de que la educación no se limita a los libros, sino también a la empatía, la responsabilidad y la capacidad de cuidar lo frágil. Para Tom, el pingüino funciona como un espejo en el que ve reflejada su propia necesidad de redescubrir la ilusión y reconciliarse con una vida que creía marchita.
La relación entre el hombre y el animal atraviesa momentos cómicos y emotivos, pero también plantea dilemas: ¿puede un profesor británico en plena dictadura argentina permitirse desafiar las reglas con un pingüino en la escuela? ¿Hasta qué punto la vida personal puede mezclarse con la académica? La presencia de Juan Salvado, tan insólita como inspiradora, obligará a Tom a tomar decisiones que cambiarán su forma de enseñar, su manera de entender la amistad y, en última instancia, el rumbo de su vida..
CRÍTICA
Hay películas que llegan sin hacer ruido y acaban conquistando al espectador desde el primer fotograma. Lo que aprendí de mi pingüino es uno de esos títulos capaces de recordarnos que el cine, cuando se hace con sinceridad y ternura, puede ser una poderosa herramienta de emoción y memoria. Peter Cattaneo dirige un filme encantador y brillante que se sostiene tanto en la frescura de su historia como en la solidez de unas interpretaciones que saben dar la medida justa entre humor y emoción.
Basada en hechos reales narrados en el libro autobiográfico de Tom Michell, Lo que aprendí de mi pingüino combina humor, drama y ternura para mostrar cómo un gesto de compasión en medio del desastre puede convertirse en una lección inolvidable sobre humanidad, libertad y amor por la naturaleza.
Steve Coogan y Jonathan Pryce están espléndidos, pero lo cierto es que quien roba cada plano es el propio pingüino Juan Salvador, convertido en un personaje de pleno derecho. Desde su primera aparición consigue despertar la empatía del público, no solo por lo gracioso de su presencia sino porque simboliza aquello que el relato busca transmitir: la necesidad de cuidar, de no olvidar y de encontrar en la fragilidad ajena un reflejo de nuestras propias carencias.
Cattaneo vuelve a demostrar su habilidad para movernos entre la comedia ligera y el drama sin que el tono se resienta. Aquí hay espacio para la carcajada y también para la lágrima contenida. Lo notable es que la película nunca se queda en la anécdota pintoresca del profesor británico que adopta un pingüino, sino que amplía su mirada hacia un contexto histórico —la Argentina de 1976— que sirve como telón de fondo de una lección mayor: la memoria no puede borrarse, y el olvido es una forma de complicidad.
Basada en el libro autobiográfico de Tom Michell, la cinta combina ternura y humanidad con una ligereza narrativa que evita lo solemne sin dejar de lado la hondura de su mensaje. Lo que aprendí de mi pingüino es también una película sobre la amistad y la resiliencia, sobre cómo un gesto aparentemente pequeño puede convertirse en un acto de resistencia frente a la adversidad
Quizá alguien pueda reprocharle cierto esquematismo en su desarrollo o un desenlace previsible, pero lo cierto es que el viaje emocional que propone compensa con creces cualquier flaqueza. Cattaneo entrega una obra que respira vida y esperanza, un filme donde un pingüino termina siendo terapia, maestro y espejo de humanidad. Y en tiempos de ruido y desmemoria, esa lección no puede ser más necesaria.
NOTA 7,5/10
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