GREMLINS

Director: Joe Dante 

Guion: Chris Columbus

Reparto: Zach Galligan, Phoebe Cates, Hoyt Axton, Polly Holliday Frances Lee McCain, Dick Miller

Corey Feldman, Keye Luke, Glynn Turman, Jonathan Banks, Howie Mandel

Fotografía: John Hora

Música: Jerry Goldsmith

Montaje: Tina Hirsch

Productor: Michael Finnell

Distribuidora: Warner 

Año:1984

Título Original: Gremlins

Estreno En España: 03/09/84 en cines Reestreno 28/12/25 y en plataformas Movistar,  HBO y Filmin 

Género: Aventuras,  Fantástico 

Duración; 106 Minutos 

ARGUMENTO 

Rand, un vendedor de artefactos poco exitoso, trae a casa un curioso regalo para su hijo Billy: una criatura adorable llamada mogwai. Existen tres reglas para cuidarlo: no mojarlo, no darle de comer después de medianoche y mantenerlo alejado de la luz del sol. Cuando se rompen estas reglas, se desata el caos en el pequeño pueblo: los tranquilos mogwais se transforman en traviesos y peligrosos gremlins que siembren la diversión y el terror por todas partes.

CRÍTICA 

Hay películas que el paso del tiempo no solo no erosiona, sino que pule hasta convertirlas en auténticos clásicos. Gremlins pertenece a esa estirpe privilegiada: un filme espléndido, gozoso y siempre vigente, capaz de ser revisitado una y otra vez sin perder ni un ápice de frescura. Joe Dante firma aquí una pequeña obra maestra del cine popular, una de esas raras ocasiones en las que la mezcla de géneros funciona como un reloj suizo y convierte la experiencia en puro disfrute cinematográfico.

La historia arranca con la aparente sencillez de un cuento navideño: un padre regala a su hijo una extraña y adorable criatura, un mogwai, acompañada de tres reglas básicas para su cuidado. Lo que parecía una fábula familiar se transforma pronto en un festival de caos cuando dichas normas se incumplen y el tranquilo pueblo se ve invadido por unas criaturas tan gamberras como peligrosas. A partir de ahí, Gremlins se mueve con una naturalidad pasmosa entre la comedia, el terror, la fantasía e incluso la sátira social, sin que el tono se resienta en ningún momento.

Uno de los grandes aciertos del filme es precisamente ese equilibrio tonal. Dante juega con el imaginario del cine de monstruos de serie B, lo mezcla con el humor más negro y lo envuelve en un espíritu navideño tan luminoso como perverso. El resultado es una película ideal para disfrutar en familia —cada uno desde su propio nivel de lectura—, donde los más pequeños se dejan llevar por la aventura y los adultos saborean las constantes ironías y guiños cinéfilos que el director esconde en cada plano.

En el apartado técnico, Gremlins sigue siendo modélica. Los efectos prácticos, hoy imposibles de replicar con el mismo encanto digital, dotan a las criaturas de una presencia física que multiplica tanto la comedia como el terror. La inolvidable música de Jerry Goldsmith termina de redondear un conjunto que funciona como un mecanismo perfectamente engrasado.

Steven Spielberg, productor del filme, suavizó algunos de los elementos más oscuros del guion original —mucho más cruel— para hacerlo accesible a un público familiar, sin que por ello perdiera su mordiente. Además, el éxito inesperado de la película fue tan grande que obligó a la industria a replantearse las clasificaciones por edades en Estados Unidos, contribuyendo de manera decisiva al nacimiento del famoso “PG-13”.

En definitiva, Gremlins no es solo una delicia para revisar una y otra vez, sino un ejemplo perfecto de cine fantástico inteligente, travieso y profundamente entretenido. Un clásico indiscutible que demuestra que el cine comercial, cuando está hecho con talento y personalidad, puede convertirse en algo eterno.

NOTA 8,5/10