ADIOS, JUNE

Director: Kate Winslet

Guion: Joe Anders 

Reparto: Toni Collette, Johnny Flynn,Andrea Riseborough, Timothy Spall, Kate Winslet, Helen Mirren

Stephen Merchant, Fisayo Akinade

Jeremy Swift, Raza Jaffre, Benjamin Shortland

Productores: Kate Winslet, Kate Solomon

Fotografía: Alwin H. Küchler

Música: Ben Harlan

Montaje:Lucia Zucchetti

Vestuario: Grace Clark

Distribuidora: Netflix 

Año: 2025

Título Original: Goodbye June

Estreno En España: 24/12/25 en plataformas Netflix 

Género: Drama,

Duración: 116 Minutos 

ARGUMENTO 

Una familia disfuncional se reúne en Navidad cuando la salud de su madre empeora repentinamente. A medida que lidian con su posible pérdida, la madre —aguda y llena de humor— decide afrontar su propia despedida con verdad, amor y sinceridad. Entre tensiones, risas y emociones crudas, los hermanos tendrán que enfrentar viejas heridas, recuerdos y la complejidad del amor familiar

CRÍTICA 

Adiós, June supone el debut en la dirección de Kate Winslet, y lo hace desde un territorio que conoce bien: el del melodrama familiar, ese género aparentemente sencillo pero traicionero donde cualquier exceso puede convertir la emoción en subrayado.

La película nos sitúa en el reencuentro de una familia fracturada que, ante el empeoramiento de la salud de la madre durante unas Navidades aparentemente tranquilas, se ve obligada a convivir, hablar y, sobre todo, recordar. Viejas rencillas, silencios enquistados y afectos mal gestionados salen a la superficie en una casa que funciona como una olla a presión emocional. No hay grandes giros narrativos ni sorpresas de guion: Adiós, June avanza por caminos conocidos y no disimula su vocación de drama clásico, casi televisivo en algunos tramos.

Ahí reside también su principal debilidad. Winslet dirige con corrección, respeto y sensibilidad, pero el 

conjunto resulta demasiado convencional, con un metraje algo excesivo que ralentiza el ritmo y hace que la empatía con los personajes llegue más tarde de lo deseable. Hay escenas que se alargan más de la cuenta y diálogos que insisten en ideas que el espectador ya ha comprendido.

Sin embargo, cuando la película amenaza con diluirse, aparece su gran salvación: el reparto. Un elenco excepcional que eleva el material muy por encima de lo que el guion propone. Cada actor aporta matices, miradas y silencios que enriquecen unos personajes escritos con trazo grueso. Gracias a ellos, la película acaba encontrando su tono emocional y, casi sin darnos cuenta, logra lo que parecía improbable al inicio: que nos importen, que conectemos con sus heridas y que, en el tramo final, alguna lágrima se escape sin pedir permiso.

Winslet, más contenida detrás de la cámara que delante, demuestra una clara vocación humanista y una mirada empática hacia sus criaturas. No hay cinismo ni distancia irónica, sino una apuesta honesta por la emoción directa, algo que hoy en día parece casi un acto de resistencia.

El guion está firmado por Joe Anders, hijo de la propia Winslet, lo que añade una capa íntima y casi autobiográfica al proyecto. Además, buena parte del reparto aceptó participar reduciendo su caché habitual, atraído por el carácter coral y el tono íntimo de la historia, rodándose muchas escenas en orden cronológico para favorecer la evolución emocional real de los intérpretes.

En definitiva, Adiós, June no es una película memorable ni revolucionaria, pero sí un debut digno, sostenido por interpretaciones de alto nivel y una honestidad emocional que acaba imponiéndose. Un filme que no molesta, que se deja ver con agrado y que, aunque llegue tarde, termina tocando la fibra. Y eso, en un melodrama, ya es mucho.

NOTA 6/10