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viernes, 14 de noviembre de 2025

LOS COLORES DEL TIEMPO

Dirección: Cédric Klapisch. 
Guion: Cédric Klapisch; Santiago Amigorena.
Reparto: Suzanne Lindon; Abraham Wapler; Vincent Macaigne; Julia Piaton; Zinedine Soualem; Paul Kircher; Vassili Schneider; Sara Giraudeau; Cécile de France; Olivier Gourmet; Fred Testot; Claire Pommet
Fotografía: Alexis Kavyrchine
Montaje: Anne-Sophie Bion.
Música:Robin Coudert
Productores: Cédric Klapisch, Bruno Levy
Distribuidora: Wanda Films
Año: 2025
Título Original: La venue de l’avenir
Estreno En España: 14/11/25
Género: Drama, Comedia 
Duración: 124 Minutos 

ARGUMENTO 
“París, 2025. A una treintena de personas de una misma familia se les informa de que van a heredar una casa abandonada desde hace años. Cuatro de ellos reciben el encargo de hacer el inventario de la casa, donde descubren tesoros ocultos. Entre las antigüedades se encuentran con una misteriosa antepasada, Adèle, que abandonó su Normandía natal a los 20 años para viajar al París de finales del siglo XIX, en plena revolución industrial y cultural, cuando se inventaba la fotografía y nacía el Impresionismo.” 

CRÍTICA 
Cédric Klapisch, cineasta siempre atento a los vaivenes emocionales de sus personajes, regresa con Los colores del tiempo, un filme que retoma su mirada más humanista y reflexiva. La película nos habla de cómo los actos del pasado repercuten inevitablemente en el presente y el futuro, construyendo una historia coral que entrelaza dos épocas separadas por más de un siglo pero unidas por las mismas emociones: el amor, la pérdida, la búsqueda de identidad y la memoria familiar.

La trama arranca en la actualidad, cuando varios miembros de una familia descubren que han heredado una vieja casa abandonada en Normandía. Cuatro de ellos acuden al lugar para inventariar los objetos y, entre el polvo y los recuerdos, hallan rastros de Adèle, una antepasada que a finales del siglo XIX decidió dejarlo todo y marcharse a un París efervescente, en plena revolución industrial y artística. Ese viaje hacia el pasado no es solo un salto temporal, sino también un espejo donde los personajes del presente reconocen sus propios miedos y esperanzas.

Klapisch, fiel a su estilo, vuelve a demostrar su habilidad para dirigir el trabajo coral con una naturalidad envidiable. Cada actor tiene su momento, y aunque el relato moderno no alcanza la fuerza poética de la parte ambientada en el siglo XIX —más luminosa, más inspirada—, el conjunto fluye con elegancia y emoción contenida. Es precisamente en esa parte decimonónica donde el filme alcanza su mayor profundidad, con imágenes de una belleza pictórica que evocan los lienzos impresionistas que tanto influyeron en el director

Klapisch decidió filmar las secuencias del siglo XIX en localizaciones reales de Normandía, empleando únicamente luz natural para recrear la atmósfera pictórica de la época. Además, parte del elenco joven convivió durante semanas en la casa familiar utilizada en el rodaje para lograr una mayor complicidad, algo que se nota en la espontaneidad de sus interpretaciones.

En definitiva, Los colores del tiempo es una película notable, una reflexión sobre el peso de la memoria y la herencia emocional que arrastramos sin saberlo. Klapisch nos recuerda que, aunque cambien los escenarios y los siglos, seguimos repitiendo los mismos anhelos, los mismos errores, las mismas ganas de comprender quiénes somos y de dónde venimos. Una obra cálida, sensible y finalmente conmovedora, que confirma que el tiempo no solo pasa: también nos une.

NOTA 6,5/10

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