Dirección: Agustín Díaz Yanes.
Guion: Agustín Díaz Yanes
Reparto: Susana Abaitua, Andrés Gertrúdix.Iraia Elías, Raúl Arévalo,Ariadna Gil.Almagro San Miguel, Jaime Chávarri, Mikel Losada, Eduardo Rejón, Iñaki Balboa, Diego Paris, Antón Soto, Eneko Sanz
Productora(s): Basoilarraren Filmak.
Música: Arnau Bataller.
Fotografía: Paco Femenía.
Montaje: Bernat Vilaplana.
Distribuidora; Tri Picture, Netflix
Año: 2025.
Título Original; Un Fantasma En La Batalla
Estreno en España: 05/10/25 en cines y 17/10/25 en plataformas Netflix
Genero: Drama Thriller
Duración: 106 Minutos
ARGUMENTO
Amaia, una joven guardia civil, dedica más de una década de su vida a trabajar como agente encubierta dentro de ETA.
CRÍTICA
Agustín Díaz Yanes regresa al cine con Un fantasma en la batalla, un filme que confirma, una vez más, su talento para moverse entre la acción, el drama y el suspense con una cámara firme y elegante. La historia se centra en Amaia, una joven guardia civil que pasa más de una década infiltrada en ETA, viviendo en una mentira constante y enfrentándose a un doble conflicto: el político y el personal. Una vida al límite que convierte su propia identidad en un terreno minado, donde cada gesto puede ser el último.
La película mantiene al espectador en vilo desde su primer minuto. Díaz Yanes construye el relato con pulso de thriller, sin renunciar a la mirada humanista que siempre ha caracterizado su cine. Sin embargo, su mayor virtud es también su mayor hándicap: Un fantasma en la batalla recuerda demasiado a La infiltrada, aquel filme del año pasado que exploraba un territorio narrativo muy similar. Si no conociéramos esa otra obra, diríamos que estamos ante una película espléndida, pero la sensación de déjà vu se instala de manera inevitable a lo largo del metraje, restándole parte del impacto que debería tener.
Aun así, sería injusto no reconocer los muchos aciertos del filme. El suspense está medido con precisión, las escenas de acción están filmadas con un nervio admirable y la tensión emocional se palpa en cada silencio. Las interpretaciones son magníficas, especialmente las de Susana Abaitua y Raúl Arévalo, que dotan a sus personajes de una veracidad desarmante. Díaz Yanes vuelve a demostrar que sabe dirigir a los actores con una sensibilidad poco común dentro del género.
Una de las curiosidades del rodaje es que varias de las secuencias más intensas se grabaron en plena campiña vasca, en localizaciones reales donde, según cuentan los técnicos, todavía quedaban rastros de viejos puestos de vigilancia. Esa autenticidad se nota en pantalla: la luz natural, los paisajes brumosos y el tono casi documental que impregna algunas escenas confieren a la película una textura muy particular.
Un fantasma en la batalla es, en definitiva, una obra sólida, bien dirigida y magníficamente interpretada, que se disfruta como un thriller emocional y político de primer nivel. Si su argumento no se pareciera tanto a La infiltrada, estaríamos ante uno de los títulos más rotundos del año. Pero incluso con esa sombra alargada, el filme se sostiene con fuerza gracias al pulso narrativo y al talento de un director que sigue siendo, a día de hoy, uno de los grandes del cine español contemporáneo.
NOTA 6,5/10
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