Paginas

martes, 26 de agosto de 2025

TIBURÓN BLANCO: LA BESTIA DEL MAR

Director: Kiah Roache-Turner 
Guion: Kiah Roache-Turner 
Reparto; Mark Coles Smith, Joel Nankervis, Sam Delich, Lee Tiger Halley, Sam Parsonson, Maximillian Johnson, Tristan McKinnon, Steve Le Marquand, Masa Yamaguchi, Lauren Grimson, Matthew Scully, Laura Brogan Browne, Denny Bernard
Productores: Blake Northfield,Chris Brown 
Fotografía: Mark Wareham 
Montaje: Kiah Roache-Turner 
Distribuidora, DeaPlaneta 
Año: 2025
Título Original Beast of War
Estreno En España: 22/08/25
Género: Aventuras,  Terror 
Duración 87 Minutos 

ARGUMENTO    
Tras un ataque brutal de las tropas japonesas, un pequeño grupo de reclutas queda varado en medio del mar de Timor. Sin provisiones ni forma de volver a casa, los soldados pronto descubrirán que un tiburón blanco con sed de sangre está siguiendo sus pasos muy de cerca.

CRÍTICA 
Hay títulos que engañan y otros que directamente despistan. Tiburón Blanco, la última propuesta del australiano Kiah Roache-Turner, pertenece a este segundo grupo. Uno acude esperando un survival marítimo de manual, con escualo acechando y tensión en cada plano, pero lo que se encuentra es un drama bélico disfrazado de monster movie que nunca acaba de encontrar su verdadero tono.

Y es que, pese a lo que su título eb España pueda sugerir, el auténtico peso del relato está en su denominación original: Beast of War. Con ella todo cobra más sentido, porque lo que Roache-Turner pone en el centro no es tanto al tiburón —que aparece y cumple cuando toca— sino al monstruo humano, a esa bestia interior que despierta en circunstancias extremas. Ambientada en el mar de Timor durante la Segunda Guerra Mundial, la película encierra a un puñado de soldados australianos en una balsa a la deriva, donde el verdadero terror proviene de la desconfianza, los reproches, las luchas internas y la desesperación

El problema es que el guion, a pesar de estar inspirado en hechos reales, hace aguas por todas partes. Los personajes nunca terminan de construirse, sus motivaciones se vuelven difusas y algunas decisiones dramáticas rozan lo inverosímil. La tensión que debería crecer con cada aparición del tiburón se diluye en diálogos poco inspirados y giros que parecen sacados de una producción menor.

No todo es negativo: Roache-Turner sabe cómo rodar al escualo y algunas secuencias, aunque escasas, logran esa mezcla de espectacularidad y angustia que uno espera de un survival acuático. Además, la ajustada duración del metraje juega a favor, evitando que el espectador se desconecte del todo pese a los múltiples baches narrativo

En definitiva, Tiburón Blanco termina siendo un filme bastante desconcertante. Con un arranque de presentación de personajes correcta y una premisa con posibilidades, se pierde al no saber si quiere ser cine bélico, thriller de supervivencia o monster movie. Lo que queda es un entretenimiento fallido que se recuerda más por lo que pudo haber sido que por lo que realmente es.

NOTA 5,5/10



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.