Director: Genndy Tartakovsky
Guionistas: Genndy Tartakovsky, Jon Vitti, Steve Greenberg, Rich Lufrano)
Reparto: Animación (Voces)Adam DeVine, Idris Elba, Kathryn Hahn Fred Armisen, Bobby Moynihan Beck Bennett, Michelle Buteau River Gallo,Grey DeLisle, Aaron LaPlante, Todd Haberkorn, Eric Bauza, Antonio Alvarez
Producción: Michelle Murdocca
Director de arte: Scott Will
Música: Tyler Bates, Joanne Higginbottom
Fotografía: Animación
Distribuidora: Sony
Año: 2025
Título Original: Fixed
Estreno En España: 13/08/25 en plataformas Netflix
Género: Comedia Animación
Duración: 86 Minutos
ARGUMENTO
Un perro soltero-Toro- intenta hacer que su noche sea la mejor después de enterarse de que lo van a esterilizar y castrar Esto desata una comedia alocada, cómica y muy gamberra.
CRÍTICA
Genndy Tartakovsky, responsable de la saga Hotel Transilvania y joyas televisivas como Samurai Jack o Primal, cambia radicalmente de registro y se lanza a la piscina —y sin flotador— con Despelote, una comedia animada para adultos que no se corta un pelo. Los estudios de animación de Sony apuestan esta vez por el humor más gamberro, irreverente y descaradamente sexual, un terreno poco transitado en el cine comercial de animación, pero que aquí se convierte en el motor principal de la trama.
El protagonista es Toro, un perro que pasa de cachorro adorable a canino salido, incapaz de mantener las patas quietas. Sus dueños, hartos de sus “aventuras” hormonales, deciden ponerle fin a la fiesta: mañana será castrado. Ante semejante condena, Toro reúne a su pandilla perruna para vivir una última noche de juerga que, como toda despedida legendaria, promete excesos, descontrol y un desfile de chistes verdes.
La premisa, no se puede negar, es divertida y prometedora. Los primeros minutos funcionan como un tiro: ritmo rápido, gags visuales ingeniosos y una animación 2D que rescata el espíritu clásico de Tex Avery y Chuck Jones, con personajes exagerados y situaciones imposibles. Tartakovsky sabe cómo jugar con la exageración y la elasticidad de la animación, y aquí se nota su mano experta
El problema llega cuando el metraje avanza. La trama, tan simple como la descripción de la sinopsis, empieza a resentirse a mitad de película. El guion estira las bromas hasta el límite y se repite más de la cuenta, cayendo en una sucesión de chistes soeces que pierden fuerza por saturación. Lo que empieza siendo fresco y atrevido, acaba resultando algo agotador. La noche loca de Toro y compañía tiene sus momentos brillantes, pero no siempre consigue mantener el nivel
Aun así, Despelote tiene el mérito de no esconder lo que es: una película gamberra, directa y sin miedo a provocar. La animación es impecable, el diseño de personajes tiene carisma, y el descaro general le sienta bien a un género que pocas veces se atreve a ir tan lejos. Además, su historia de producción —guardada durante años en un cajón hasta que Netflix decidió rescatarla— le añade un punto de rareza que la hace más atractiva.
No es perfecta, ni lo pretende. Es vulgar, excesiva y, en ocasiones, repetitiva, pero también es un ejercicio de libertad creativa que se agradece en tiempos donde todo parece estar medido al milímetro para no molestar a nadie. Quien entre en su juego encontrará una experiencia divertida, irreverente y descarada. Quien no, huirá antes de que Toro termine su primera copa.
NOTA 5,5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.