Dirección: Constance Tsang
Guion: Constance Tsang
Reparto: Wu Ke-xi, Lee Kang-sheng, Haipeng, Janet Hsieh, Lynn Xiong
Música: Sami Jano
Fotografía: Norm Li
Montaje: Caitlin Carr
Sonido: Geoff Strasse, Eric Hoffman
Producción: Sally Sujin Oh, Eli Raskin, Tony Yang
Distribuidora: Atalante
Año: 2024
Título Original Blue Sun Palace
Estreno En España: 22/08/25
Género: Drama, Autor
Duración: 117 Minutos.
ARGUMENTO
Amy y Didi viven y trabajan en un salón de masajes en la comunidad china de Queens, Nueva York. Lejos de su país de origen, comparten risas y sueños mientras cumplen con sus responsabilidades familiares. A pesar del esfuerzo diario y las jornadas extenuantes, han formado junto a sus compañeras una hermandad fuerte que las sostiene cada día. Cuando una tragedia ocurre durante el Año Nuevo Lunar, Amy encuentra consuelo en Cheung, el solitario amante de su amiga. Pero para sobrevivir, tendrá que alejarse y empezar a pensar en sí misma.
CRÍTICA .
Constance Tsang debuta en el largometraje con Blue Sun Palace, un drama íntimo y contenido que se adentra en la vida de dos mujeres inmigrantes chinas en Queens, Nueva York, atrapadas entre la dureza del presente y la nostalgia del pasado. Amy y Didi comparten un espacio reducido, tanto físico como emocional, dentro de un salón de masajes que se convierte en refugio, en prisión y, sobre todo, en un lugar de resistencia. La directora elige narrar su historia con una mirada sobria, sin efectismos, confiando en la fuerza de los silencios, en la rutina repetida y en los pequeños gestos que construyen la identidad de quienes se ven obligadas a vivir lejos de su tierra.
El relato avanza con una cadencia pausada, como si Tsang quisiera que el espectador respirara junto a sus personajes el peso de los días, la extenuante sensación de desarraigo y, al mismo tiempo, el calor de una hermandad que sostiene frente a la adversidad. La cámara de Norm Li acompaña con delicadeza esa intimidad, evitando el subrayado y apostando por encuadres que capturan la fragilidad de sus protagonistas. La tragedia que irrumpe en medio de la celebración del Año Nuevo Lunar no solo marca un punto de quiebre en la narración, también es el recordatorio de la precariedad y de la imposibilidad de bajar la guardia cuando se vive al margen.
En este escenario, la relación que se establece entre Amy y Cheung, el amante solitario de su amiga, funciona como un segundo movimiento dentro de la misma sinfonía: la posibilidad de reencontrarse con uno mismo cuando todo parece derrumbarse, de hallar en el otro una vía de escape, pero también una excusa para mirarse hacia adentro. Blue Sun Palace habla, con honestidad y sin imposturas, de las segundas oportunidades, de la necesidad de no olvidar de dónde venimos y de cómo los recuerdos, aunque a veces duelan, también sirven para seguir en pie.
Quizá no estemos ante un filme deslumbrante en lo formal, ni Tsang pretende innovar en el lenguaje cinematográfico. Su apuesta es otra: la de un cine cercano, modesto en apariencia pero rotundo en emociones. Un cine que no grita, que prefiere susurrar, y que por eso mismo logra calar hondo. Con interpretaciones sólidas —especialmente la de Wu Ke-xi, que dota a Amy de una contención conmovedora—, Blue Sun Palace se revela como una obra que reflexiona sobre la inmigración, la amistad y el derecho a reinventarse, sin caer en fáciles sentimentalismos.
NOTA 6,5/10
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