miércoles, 2 de julio de 2025

PROBLEMAS DE FAMILIA

Dirección: Chris Cottam
Guion: Paul Reiser, Wally Marzano-Lesnevich
Reparto: Paul Reiser, Colm Meaney, Jane Levy, Lucianne McEvoy, Des Keogh, Esther Ayo 
Fotografía: Richard Kendrick, David Odd James
Música: Steven Argila
Montaje: Gareth McEwan
Producción: Maxfilms, Nuance Productions
Distribuidora: Movistar +
Año: 2024
Título Original:The Problem with People
Estreno En España: 16/06/25 en plataformas Movistar +
Género: Comedia Drama
Duración: 102 minutos

ARGUMENTO 
Cumpliendo el último deseo de su padre de reunirse con la parte americana de su familia, el irlandés Ciáran llama a su primo Barry para ofrecerle visitar su tierra natal.

CRÍTICA 
A veces el cine nos sorprende no por lo que cuenta, sino por cómo lo cuenta. Problemas de familia, dirigida por Chris Cottam y escrita por Paul Reiser junto a Wally Marzano-Lesnevich, es una de esas películas que a simple vista no prometen demasiado, pero que acaban funcionando gracias a algo tan difícil de medir como es la verdad emocional. Una comedia dramática sencilla, honesta, y que se apoya —como tantas veces— en el carisma de sus protagonistas.La historia arranca cuando Barry (Paul Reiser), un tipo hastiado de todo y recién divorciado, recibe una llamada desde Irlanda: su tío-al que no tenía referencias- esta moribund  y su última voluntad es que él, el primo americano olvidado, vuele a la tierra de sus ancestros para hacer las paces con una familia que lleva décadas sin verse. Al llegar, Barry se encuentra con Ciáran (Colm Meaney), su primo irlandés, seco, rencoroso y también atrapado en las ruinas de una historia familiar nunca cerrada. Desde ese punto de partida, la película se construye como una comedia de encuentros y desencuentros, donde el pasado pesa más que las maletas y el perdón cuesta más que el billete de avión.

La propuesta no sorprende ni lo pretende. Aquí no hay giros espectaculares ni catarsis impostadas. Lo que hay es una observación certera de la relación entre dos hombres que han crecido lejos, pero comparten heridas parecidas. Y ahí es donde Problemas de familia encuentra su sitio. Cottam rueda con sobriedad, dejando espacio a los diálogos, confiando en el ritmo natural de las conversaciones, en los silencios incómodos y en los gestos contenidos

El alma de la película está en el trabajo de Reiser y Meaney. El primero recupera aquí ese tono sarcástico y algo vulnerable que le va como anillo al dedo; el segundo, con su habitual contención y temple irlandés, borda un personaje que podría haber sido caricaturesco, pero que se revela humano, tierno y lleno de matices. Juntos construyen una química sincera, sin necesidad de aspavientos, que sostiene la película incluso cuando el guion se adentra en territorios algo previsibles

Lo mejor de Problemas de familia es que no fuerza nada. Ni la risa ni la emoción. Y por eso, cuando estas llegan, se sienten auténticas. Es una historia de reconciliación, sí, pero también una reflexión amable sobre el tiempo, la familia y la posibilidad —no siempre garantizada— de empezar de nuevo.

Película pequeña, sin grandes ambiciones, pero con mucho corazón. El tipo de cine que no gana premios, pero que deja un poso cálido. Como una charla entre primos que hacía años que no se veían. Como un abrazo que tarda en llegar, pero cuando llega… se queda.

NOTA 6,5/10


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