Dirección: Fernando García‑Ruiz
Guion: David Marqués
Roberto Álamo, Malena Alterio, Jordi Sánchez, María Botto, Julián López, Kira Miró,Mariano Venancio, Yohana Yara, Javier Lera, Aitziber Errazkin, Scarlett Arce, Lucas Ruiz, Diego Ruiz
Productores: Ghislain Barrois, Álvaro Augustin (Telecinco Cinema), Miguel Menéndez de Zubillaga (Mono Pictures AIE)
Fotografía: Ángel Amorós
Montaje: Nerea Mugüerza
Música: Vanessa Garde
Productoras: Mono Pictures AIE, Telecinco Cinema
Distribuidora: Sony
Año: 2024
Título Original: Odio El Verano
Estreno En España: 23/08/24 en cines y en plataformas Prime Video el 20/12/24
Género: Comedia, Familiar
Duración: 103 Minutos
ARGUMENTO
Alonso (barrendero; Roberto Álamo) y Marisa (tarotista; Malena Alterio), Torres y Fátima (propietarios de una charcutería; Jordi Sánchez y María Botto), y Calatrava (cirujano estético; Julián López) y Vicky (influencer; Kira Miró) han reservado una casa aislada en Canarias para pasar unos buenos días de vacaciones con sus respectivas familias. Lo que no saben es que, por un error de la agencia, han alquilado la misma casa. Ninguno está dispuesto a renunciar a ella y tampoco hay muchas alternativas, por lo que se ven obligados a compartir habitáculo durante todas sus vacaciones. Las patentes diferencias entre cada uno de sus miembros convierten esos días en un caótico cúmulo de desmadradas situaciones. A pesar de ello, tienen que aprender a convivir y comprender todos a toda esa gente tan distinta... Y a ellos mismos.
CRÍTICA
Hay películas que nacen con vocación estacional, destinadas a llenar un hueco en la cartelera con el único objetivo de entretener sin complicaciones. Odio el verano, dirigida por Fernando García-Ruiz, es precisamente eso: una comedia ligera, un remake del éxito italiano Odio l'estate de Massimo Venier que se presenta como el típico producto para consumir con palomitas en mano y pocas exigencias narrativas
La premisa no puede ser más sencilla: tres familias completamente distintas entre sí se ven obligadas a compartir una casa en plena temporada estival por error de una agencia. De ahí nacen los inevitables choques, los enredos absurdos y los malentendidos que, sin ser especialmente brillantes, funcionan si uno decide dejarse llevar. El guion juega a explotar los clichés del verano, las diferencias sociales y los contrastes generacionales, todo ello envuelto en un tono amable y sin apenas aristas.
Fernando García-Ruiz, lejos del tono más introspectivo que mostró en Mensaka o La buena nueva, se acomoda aquí en el terreno de la comedia popular con un estilo funcional, sin florituras, pero sabiendo a qué público se dirige. No busca innovar, ni falta que le hace: la película está pensada para desconectar, reírse un rato y dejar la mente en blanco. Y eso, aunque parezca poco, tiene su mérito en una cartelera saturada de superproducciones y dramas huecos.
El reparto cumple con nota. Roberto Álamo, Jordi Sánchez y Julián López forman un trío que sabe jugar con sus registros: el primero como padre autoritario pero desbordado, el segundo con su particular vis cómica marca de la casa, y el tercero como ese adulto desubicado con alma de niño. A ellos se suman con frescura Malena Alterio, María Botto y Kira Miró, formando un conjunto coral que sostiene el peso de la comedia sin excesos ni estridencias.
La película no evita caer en lugares comunes ni en un desarrollo previsible, pero su honestidad la hace simpática. Odio el verano no engaña: sabe que no va a cambiar el cine español, pero tampoco lo necesita. Es puro cine escapista, veraniego, ligero. Cine de chiringuito y helado de tarrina. Se olvida pronto, sí, pero a veces uno solo necesita eso: una hora y media de risas para sobrellevar la ola de calor.
¿Una comedia ligera con aroma italiano? Sí. ¿Una película que cambiará tu verano? No. Pero si vas con las expectativas justas, Odio el verano puede ser ese pequeño oasis cómico en medio del bochorno
NOTA 5/10
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