domingo, 20 de julio de 2025

MEZCLA SONORA- DEWOLFF- NATURAL WOMAN

Con su último trabajo, Muscle Shoals (2024), los holandeses DeWolff se sumergen sin reservas en las aguas cálidas y arenosas del sur de Estados Unidos para rendir tributo a dos templos sagrados del soul y el rock: los míticos Fame Studios y Muscle Shoals Sound Studios,  ubicados en Alabama. Y lo hacen no desde la imitación burda o el pastiche fácil, sino con una reverencia apasionada, visceral, donde cada nota destila autenticidad. Dentro de ese viaje musical, Natural Woman emerge como una de las joyas más brillantes del álbum.

Con su último trabajo, Muscle Shoals (2024), los holandeses DeWolff se sumergen sin reservas en las aguas cálidas y arenosas del sur de Estados Unidos para rendir tributo a dos templos sagrados del soul y el rock: los míticos Fame Studios y Muscle Shoals Sound Studios, ubicados en Alabama. Y lo hacen no desde la imitación burda o el pastiche fácil, sino con una reverencia apasionada, visceral, donde cada nota destila autenticidad. Dentro de ese viaje musical, Natural Woman emerge como una de las joyas más brillantes del álbum.

Desde su primer acorde, Natural Woman nos traslada a otra época. Un riff poderoso, de esos que parecen salir de una Fender con décadas de polvo y gloria, da paso a un ritmo que podría haber sido grabado en 1973 sin que nadie lo notara. La canción es un ejercicio de estilo que, sin embargo, no suena a museo. Hay vida, hay piel, hay fuego. Y sobre todo, hay alma

La guitarra de Pablo van de Poel lidera la marcha con una mezcla deliciosa de soul sureño y psicodelia contenida. Su tono, crudo y brillante, se entrelaza con una base rítmica tan cálida como precisa, donde el bajo serpentea con elegancia y la batería mantiene el pulso con esa cadencia relajada tan característica del southern rock. Todo ello sazonado con pinceladas de órgano Hammond que no hacen más que reforzar ese aire vintage que tanto recuerda a los gloriosos días de Stax o a las grabaciones de los Allman Brothers.

La voz, como no podía ser de otro modo, es el eje emocional de Natural Woman. Aquí, DeWolff no busca replicar lo que ya hicieron Aretha o Carole King –aunque el título inevitablemente remita a ellas–, sino reformular esa espiritualidad con su propio lenguaje. No hay excesos, no hay fuegos artificiales. 
Hay un fraseo sentido, a ratos desgarrado, que deja que la emoción fluya sin artificios. Una naturalidad –valga la redundancia– que conecta con el oyente sin necesidad de levantar la voz.

Musicalmente, el tema es una celebración. El blues está presente en cada giro armónico; el soul lo impregna todo, desde la producción analógica hasta los coros sutiles que surgen en segundo plano; y el rock funciona como esqueleto, como energía vital que empuja hacia adelante. Hay algo profundamente físico en la forma en que Natural Woman se desarrolla: uno no solo escucha la canción, sino que la siente vibrar

En definitiva, Natural Woman es mucho más que un ejercicio de estilo: es una canción que demuestra la madurez creativa de DeWolff, su capacidad para mirar hacia atrás con respeto pero sin miedo, y para revivir un sonido clásico sin que suene a copia. Un homenaje sincero y eléctrico a una época dorada, que en sus manos, todavía suena viva.

Con Natural Woman DeWolff da autenticidad y resucita el espíritu de Muscle Shoals.Puede que alguien esperenun giro más actual. No lo hay. Tampoco hace  falta
Natural Woman es un tema robusto, elegante y lleno de alma. Así suena el pasado cuando lo toca el presente con respeto


VIDEO

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.