jueves, 31 de julio de 2025

LA MODISTA HUNGARA

Dirección: Iveta Grófová  
Guion: Iveta Grófová y Peter Krištúfek, basado en la novela original de Krištúfek
Reparto: Alexandra Borbély, Nico Klimek, Milan Ondrík; también aparecen Alexander E. Fennon, Dénes Ujlaky, Éva Bandor, Lili Monori
Fotografía: Martin Štrba  
Montaje: Martin Malo  
Música: Matej Hlaváč 
Sonido:Tobias Potočný
Dirección artística: Tomáš Svoboda, Miriam Struhárová  Vestuario: Katarína Štrbová Bieliková
Producción: Zuzana Mistríková, Ondřej Trojan; co‑producción: Sára László, Marcell Gerö, Miloslav Glac entre otros (PubRes, Total HelpArt T.H.A., Campfilm)  
Distribuidora: Filmin. 
Año: 2024
Título Original: Ema a Smrtihlav
Estreno En España: 25/07/25 Dentro del AMFF 2025 plataformas Filmin 
Género; Drama,  Autor 
Duración 129 Minutos 

ARGUMENTO .
Años 40. El Estado eslovaco vive un auge del nacionalismo y no es un buen momento para las minorías. Este ambiente social turbulento también afecta a Marika, una modista húngara viuda. Ante el creciente sentimiento antihúngaro, se encierra en sí misma, sobre todo porque también acoge a un niño judío. A pesar de ello, dos hombres la señalan: un oficial nazi alemán y un capitán de la guardia eslovaca.

CRÍTICA 
Hay películas que parten de una base tan poderosa, tan humana y tan dolorosamente reconocible, que el compromiso con la verdad debería bastar para sostenerlas. La modista húngara, dirigida por la eslovaca Iveta Grófová, es un ejemplo claro de obra con vocación, pero que lamentablemente se queda a medio camino en su ejecución.

Ambientada en la Eslovaquia de los años cuarenta, en plena efervescencia del nacionalismo que marginaba al diferente y perseguía sin piedad a los judíos, la cinta nos presenta a Ema, una modista húngara que empieza a ser señalada por su origen y que, en un giro que marca el tono del film, se convierte en protectora silenciosa de un niño judío oculto en su taller. La historia, inspirada en hechos reales y basada en la novela de Peter Krištúfek, prometía intensidad emocional, conflicto interior y una atmósfera asfixiante. Sin embargo, todo eso queda en una intención que nunca se transforma en emoción..Grófová opta por una narración contenida, sobria, casi gélida. La cámara observa, pero no se involucra. Los silencios son muchos, pero no todos significativos. Y aunque la ambientación está muy lograda —el diseño de producción y vestuario sitúan bien al espectador en esa Europa ensombrecida por el odio—, el relato nunca logra despertar una verdadera conexión  Con estos ingredientes, el drama estaba servido. El problema es que el plato final resulta frío y difícil de digerir. Todo parece calculado para conmover sin caer en el dramatismo, pero al evitar el exceso, se cae en la frialdad. 

Alexandra Borbély, la actriz protagonista, sostiene con dignidad a su personaje, pero la dirección no le permite profundizar en su universo interior. El espectador asiste como testigo externo, sin poder acceder del todo a las dudas, los miedos o el coraje que habitan en ella. Tampoco ayudan los 129 minutos de metraje, que se sienten innecesariamente estirados en un guion que repite dinámicas y alarga escenas sin mayor avance dramático

La modista húngara es una película necesaria por lo que quiere contar, pero insuficiente por cómo lo cuenta. A pesar de su elegancia formal y su voluntad de denuncia, acaba siendo un drama al que le falta corazón, y que no consigue hacer justicia a las víctimas reales que se esconden tras su argumento. Un cine honesto, sí, pero carente de la fuerza narrativa que exige un tema tan poderoso

NOTA5/10.



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