DEEP COVER: ACTORES ENCUBIERTOS

Director Tom Kingsley 

Guion Colin Trevorrow, Derek Connolly, Ben Ashenden, Alexander Owen 

Reparto: Bryce Dallas Howard  Orlando Bloom, Nick Mohammed, Paddy Considine , Ian McShane  Sean Bean, Sonoya Mizuno 

Música Daniel Pemberton 

Fotografía Will Hanke 

Producción Metronome Film Company, Parkes+MacDonald ImageNation 

Distribuidora: Amazon Prime Video 

An̈o: 2025

Título Original Deep Cover

Estreno En España: 12/06/25

Género: Acción,  Comedia 

Duración:100 Minutos 

ARGUMENTO 

Kat (Bryce Dallas Howard) es una profesora de teatro de improvisación que empieza a preguntarse si ha dejado pasar su oportunidad de triunfar. Cuando un policía encubierto (Sean Bean) le ofrece el papel de su vida, Kat recluta a dos de sus alumnos (Orlando Bloom y Nick Mohammed) para infiltrarse en el mundo criminal londinense haciéndose pasar por peligrosos delincuentes.

CRÍTICA 

Hay películas que, sin aspirar a revolucionar el género, logran eso tan complicado: entretener con elegancia y sin pretensiones. Deep Cover: Actores Encubiertos, dirigida con soltura por Tom Kingsley, se instala justo ahí, en ese cómodo sofá del cine bien hecho, donde se valora más el ritmo que la profundidad, y donde el espectador agradece cada minuto sin sentir que le han vendido humo.

La premisa, a medio camino entre el thriller y la parodia policial, nos presenta a un trío de actores de improvisación reclutados por la policía británica para infiltrarse en una peligrosa organización criminal. Y ya desde ahí, uno entiende que esto no va de realismo ni de profundidad dramática, sino de puro divertimento. Lo que sorprende es que, pese a la ligereza del planteamiento, el film se las arregla para sostenerse con una dignidad narrativa inesperada.

Kingsley dirige con ritmo, apoyado en un montaje ágil y una puesta en escena funcional. El guion —firmado por Colin Trevorrow y Derek Connolly junto a los cómicos Ben Ashenden y Alexander Owen— sabe manejar con bastante acierto los cambios de tono, oscilando entre la parodia y el suspense con la frescura de quien se lo está pasando bien.

Y es ahí donde entra Orlando Bloom, entregado como pocas veces, riéndose de sí mismo y aportando una vis cómica que rara vez habíamos visto tan suelta en su filmografía. Su Marlon es una delicia de vanidad y torpeza, un tipo que vive más para el aplauso que para la ley. A su lado, Bryce Dallas Howard encarna con fuerza a Kat, la instructora del grupo, aportando equilibrio y una autoridad no exenta de ternura. Ambos forman una pareja explosiva que sostiene buena parte del peso del film.

Pero quien de verdad se roba escenas es Nick Mohammed, un comediante de naturalidad apabullante que convierte su Hugh en un personaje entrañable, humano y torpemente valiente. Él es el corazón emocional de una historia que, por momentos, amenaza con desbordarse, pero siempre encuentra una vía de escape gracias a su trío protagonista.

Visualmente, Deep Cover no busca deslumbrar, pero tiene empaque. Las escenas de acción —sorprendentemente bien coreografiadas para una comedia— funcionan, sobre todo porque se insertan con coherencia dentro del relato. El humor, a diferencia de muchas producciones actuales, no se basa en el gag fácil ni en la sobrecarga verbal. Aquí hay ritmo, hay pausa cuando hace falta, y sobre todo, hay una dirección que no subestima al espectador

¿Es una película redonda? No. Su tramo medio podría haber sido más condensado y algún personaje secundario queda en el cliché. Pero, en conjunto, Deep Cover cumple con lo que promete: es divertida, dinámica, y sobre todo, muy consciente del terreno que pisa. No intenta ser más de lo que es, y eso, en estos tiempos, ya es un mérito.

Un producto bien empaquetado, con actores en estado de gracia y una historia que, aunque estirada por momentos, mantiene el tipo. Una de esas pequeñas sorpresas que hacen que encender el televisor valga la pena

NOTA 6/10