Dirección: Marcos Carnevale
Guion: Marcos Carnevale
Reparto: Benjamín Vicuña Julieta Díaz , Gloria Carrá, Peto Menahem, Yayo Guridi, Julia Calvo, Verónica Hassan, Facundo Espinosa, Javier De Nevares
Música: Gerardo Gardelín
Fotografía: Horacio Maira
Montaje: Alberto Ponce
Dirección de arte: Graciela Fraguglia
Sonido: José Caldararo
Distribuidora: Netflix
Año: 202t
Título Original; Corazón Delator
Estreno En España; 30/05/25 en plataformas Netflix
Género: Drama,Comedia
Duración: 89 Minutos
ARGUMENTO
Juan Manuel, un exitoso y superficial empresario con una enfermedad cardíaca, recibe un trasplante de corazón de Pedro, quien era un hombre humilde y padre de familia cariñoso. Teniendo ahora un buen corazón, Juan Manuel investiga a su donante y se enamora de Vale, la viuda de Pedro, una mujer valiente y quien siente una conexión especial con él, como si reconociera en Juan Manuel el corazón de su difunto marido.
CRÍTICA
Marcos Carnevale se adentra nuevamente en territorio emocional con Corazón delator, un drama romántico que parte de una premisa potente —el trasplante de un corazón empujando a un hombre a una transformación interior— para desembocar en un relato excesivamente lineal y carente de riesgo.
La historia de Juan Manuel (Benjamín Vicuña), un empresario despiadado que, tras recibir el corazón de Pedro, revive la conciencia al enamorarse de Valeria (Julieta Díaz), su viuda, prometía cierta exploración profunda de la identidad y los resquicios morales del ser humano. Pero en lugar de ello, el guion se pliega a la comodidad de lo predecible: cada giro es esperado, cada emoción, inducida y cada personaje, despojado de fisuras verdaderas.
Vicuña cumple sobradamente con su papel, pero la evolución de Juan Manuel carece de tensión dramática; está sobrescrito, no construido. A su lado, Julieta Díaz ofrece matices que valen la atención, aunque el libreto raramente la permite explorar el dolor profundo de la viudez y la complejidad de conectar con un desconocido que lleva el alma de su esposo.
Técnicamente, la cinta está bien realizada: la fotografía de Horacio Maira aporta la luminosidad esperada, la música de Gerardo Gardelín acompaña con elegancia y el montaje de Alberto Ponce mantiene el ritmo fluido. Pero ese pulido estético queda en falta cuando el alma dramática se percibe excesivamente guiada, incluso endulzada, en lugar de surgir.
El entorno del barrio humilde —filmado en Lanús con un evidente respeto por la ambientación popular— intenta dar un contrapunto social al mundo elitista de Juan Manuel, pero esta tensión queda solo a medias, como una decoración y no como un motor narrativo
Corazón delator es una propuesta bienintencionada y técnicamente cuidada, pero herida por su propia previsibilidad y su exceso de azúcar moral. En tiempos de consumo veloz a través de plataformas, esta película cumple como melodrama amable, pero fracasa al querer tocar el corazón sin incomodar el alma.
Una historia con buen pulso visual y actores capaces, pero que renuncia a explorar lo incómodo y lo verdadero. Demasiado complaciente para brillar más allá del momento.
NOTA 4/10
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