VENOM: EL ÚLTIMO BAILE

Dirección: Kelly Marcel

Guion: Kelly Marcel, Tom Hardy

Reparto: Tom Hardy, Chiwetel Ejiofor, Juno Temple, Rhys Ifans, Stephen Graham, Peggy Lu, Alanna Ubach,  Cristo Fernández 

Música: Dan Deacon

Fotografía: Fabian Wagner

Montaje: Mark Sanger

Distribuidora: Sony

Año: 2024

Título Original: Venom: The Last Dance

Estreno En España: 25/10/24 en cines y 30/05/25 en plataformas MOVISTAR +

Género: Acción,  Aventuras 

Duración: 109 Minutos 

ARGUMENTO:

Eddie y Venom están a la fuga. Perseguidos por sus sendos mundos y cada vez más cercados, el dúo se ve abocado a tomar una decisión devastadora que hará que caiga el telón sobre el último baile de Venom y Eddie.

CRÍTICA 

A estas alturas, pedirle profundidad a una película del universo Venom puede parecer un ejercicio de ingenuidad, pero Venom: El último baile sorprende precisamente por lo contrario: por la honestidad con la que asume su identidad. Kelly Marcel, habitual guionista de la saga y ahora directora, nos entrega una propuesta que, sin renunciar al disparate ni a la acción acelerada, logra tocar alguna que otra fibra emocional. Y eso, créanme, no es poca cosa en el universo de los superhéroes en piloto automático.

Tom Hardy vuelve a ser el alma y el músculo del proyecto. Se nota que se lo pasa bien. Pero no ese “pasárselo bien” desde la distancia del actor estrella que se deja llevar, sino con una implicación física y emocional que arrastra al espectador. Lo suyo con Venom ya no es simbiosis, es matrimonio, terapia de pareja y resignación compartida. Hay escenas —entre el humor negro y lo grotesco— donde su dinámica funciona como un viejo número cómico, de esos que ya no se hacen, pero que siguen funcionando por la química innata entre los dos personajes (aunque uno sea una voz viscosa en off).

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La película se sostiene sobre esa pareja central y se agradece que no intente construir un “multiverso” a la fuerza ni cargar las tintas en subtramas que nadie ha pedido. Aquí hay una historia clara, directa, y sorprendentemente íntima. El tono, por momentos, recuerda más a una buddy movie con tintes de tragedia que a una cinta de superhéroes al uso. Eso sí, no falta la acción, los estallidos ni los tentáculos descontrolados, pero todo está al servicio del viaje emocional de Eddie y Venom, que en esta entrega se enfrentan no solo a una amenaza externa, sino a una responsabilidad ineludible: crecer

A nivel técnico, el filme es irregular. Algunas secuencias lucen espectaculares, otras muestran la fatiga de un CGI que no siempre está a la altura. Pero uno no va a Venom buscando perfección visual; va buscando caos, humor oscuro y un personaje que, contra todo pronóstico, ha logrado tener más alma que muchos otros con capa y logo en el pecho.

No, Venom: El último baile no va a cambiar el rumbo del cine de superhéroes. Ni falta que hace. Pero sí demuestra que incluso dentro de un esquema trillado, se puede hacer cine disfrutable, honesto y con personalidad. Una rareza que, como el propio Venom, no encaja del todo, pero justo por eso resulta tan interesante.

Venom: El último baile no solo es un cierre adecuado para la saga, sino también una muestra de que, con el enfoque correcto, las películas de superhéroes pueden ofrecer algo más que efectos especiales y batallas épicas. Es una película que, sin duda, se disfruta de principio a fin.

NOTA 7,5/10

AUDIO DE LA CLAQUETA CRÍTICA DE VENOM: EL ULTIMO BAILE