Dirección: Avelina Prat
Guion: Avelina Prat
Intérpretes: Manolo Solo, Maria de Medeiros, Branka Katić, Rita Cabaço
Fotografía: Santiago Racaj
Montaje: Juliana Montañés
Música: Vincent Barrière.
Distribuidora: Filmax
Título Original: Una Quinta Portuguesa
Año : 2025
Fecha de estreno: 9 de mayo de 2025
Género: Drama, Thriller
Duración: 114 minutos
ARGUMENTO
La desaparición de su mujer deja a Fernando, un tranquilo profesor de geografía, completamente devastado. Sin rumbo, suplanta la identidad de otro hombre como jardinero de una quinta portuguesa, donde establece una inesperada amistad con la dueña, adentrándose en una nueva vida que no le pertenece
.
CRÍTICA
Una Quinta Portuguesa es una búsqueda entre tierras y un pasado que es difícil olvidar.Una historia magnífica que nos atrapa y nos llena de melancolía
Tras el delicado retrato humano de Vasil, Avelina Prat da un paso firme hacia la madurez creativa con Una quinta portuguesa, una obra de contemplación, de duelo, de fugas interiores. No es casual que el escenario principal sea una finca perdida en el norte de Portugal, espacio fronterizo entre el pasado y la posibilidad de un nuevo comienzo.
El protagonista, interpretado por un contenido y expresivo Manolo Solo, se reinventa —literalmente— al asumir la identidad de un jardinero fallecido. Lo hace huyendo del peso de su pasado, buscando anonimato, pero también una nueva raíz. La quinta no es solo un refugio: es un personaje más, cargado de simbolismo, donde cada rama, cada sombra, sugiere secretos y silencios. Frente a él, la siempre magnética Maria de Medeiros ofrece un personaje lleno de matices: Amalia, una mujer discreta, fuerte, y tan herida como el protagonista. Juntos construyen una relación que se cuece a fuego lento, lejos del melodrama, cercana al respeto y a una ternura callada. se agradece la confianza de Prat en el espectadror y en la potencia de sus imagenes, en la pausa, en lo que no se dice. La cámara de Santiago Racaj se desliza como si pidiera permiso, captando la esencia del lugar sin alardes. La luz natural, los silencios, el ritmo pausado, todo invita a la introspección. Prat no teme la lentitud porque sabe que ahí está la verdad de su historia.
Una quinta portuguesa es también una meditación sobre el duelo, la culpa, y la posibilidad de renacer sin olvidar. La impostura del protagonista no se vive como fraude, sino como un mecanismo de supervivencia. ¿No somos todos, en algún momento, impostores en nuestras propias vidas? Prat plantea preguntas sin moralina, dejando que el espectador las descubra a su tiempo.
Y está Portugal, claro. No solo como decorado, sino como alma: la saudade, la contención, la música de fondo en el alma de los personajes. Con Una quinta portuguesa, Avelina Prat firma una obra delicada y sincera que consolida su voz dentro del cine europeo contemporáneo. Una película de detalles, de emociones contenidas, de personajes heridos que encuentran —entre árboles y silencios— una segunda oportunidad.
No será del gusto de todos, pero aquellos dispuestos a entrar en su juego pausado y lírico encontrarán una experiencia emocionalmente valiosa y cinematográficamente sólida.
NOTA 8/10
AUDIO DE LA CLAQUETA DÍA 11/05 ENTREVISTA A ELENCO DE UNA QUINTA PORTUGUESA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.